En hotel con un maduro de 66
Fecha: 06/08/2024,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Markos40, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... seguir comiéndome ése cimbrel que me tenía fuera de mis casillas. Cuando llegué a su altura se apoderó de mi polla y empezó a masturbarme y sin más ,se le metió en la boca y empezó a chuparmela, con una de sus manos me abria el culo y con el índice de la otra me rozaba el esfínter hasta que lo metió empezando a follarme con su dedo.
A duras penas podía mantenerme en pie, me estaba dando un placer que jamás había sentido.
— Fóllame… — casi le supliqué…
— Estoy loco por follarte. — toma, lubricame la polla primero, quiero que disfrutemos los dos, me dijo dándome un tubo de lubricante.
— Yo te lubrico la polla y tu me lubricas el culo… — le dije en un tono que más parecía una auténtica zorra que un tío que hasta el día anterior , llevaba una vida heterosexual.
Empecé a hacerle una paja lentamente mientras le untaba el aceite, Dios!!! Qué polla tiene éste tío, pensé, no me cansaría de chuparla nunca. El a su vez, empezó a lubricame el culo metiéndome un dedo, lo metía y lo sacaba lentamente, luego metió dos, el gusto que sentía era tremendo, mi polla dura como una piedra no paraba de gotear líquido. Estaba deseando sentarme en la polla de mi macho y que me follara bien follado.
— Ven aquí… — me dijo mostrado su polla totalmente empinada
— Déjame que empiece yo, no quiero que me rompas el culo nada más empezar.
— De acuerdo… — aceptó impaciente.
Me puse encima de el y empecé a rozar su polla por mi esfínter, la cogí por la base y puse su enorme cabezón en mi ...
... entrada.
Me fui sentando poco a poco, notando como su verga iba abriendose camino. Estaba tan caliente y excitado que casi no sentía dolor , hice fuerza hacia abajo y él a su vez movió sus caderas hacia arriba y sin previo aviso ese pollón me entró hasta la mitad, me quedé paralizado notando como mi esfínter se había dilatado abrazando el tronco de aquella tremenda verga. Él suspiró de gusto y yo me eché hacia delante apoyando mis manos en su pecho.
— Ya entró… ya entró… te voy a dar la follada de tu vida… — dijo con una mirada de auténtica lujuria.
— Despacio por favor… — le susurré yo casi sin poder moverme.
Poco a poco empezó un vaivén lento pero poderoso y en cada envestida, su polla se iba incrustado más y más. Sus movimientos dieron su resultado y ahora eramos los dos los que nos follábamos.
Su polla entraba hasta el fondo, yo me levantaba y me la volvía a meter. Era tanto el placer que estaba sintiendo, que si me dejaba llevar, me podría correr sin tocarme la polla.
— Ponte en cuatro… — dijo sacándome la polla del culo, notando un extraño vacío.
Me incorporé y me puse como me dijo, el se puso detrás de mi y llamándome putita me dio una nalgada en uno de mis cachetes, joder como me gustó.
— ¿Te gusta putita?, ¿ Te gusta que tu macho te azote el culo? — y mientras me preguntaba me volvía a dar otra vez y con su polla, a modo de porra, me daba golpes en mi dilatado esfínter.
— Me encanta joder, me encanta que mi macho me azote el culo … y quiero ...