1. MI DULCE Y APASIONANTE ESPOSA TERESA 3


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... deseable a los ojos de otros hombres, y yo no estoy disgustado por eso. Es más, ese día lunes quiero que estés vestida de un modo que nos dejes con la boca abierta, tanto a Fedro como a mí. Quiero que ese día estés súper sexy, arréglate, que te voy a comprar un vestido muy especial que vi para ti en una estantería. Y salimos al centro de la ciudad.
    
    El tal vestido, no era sino un primor de exhibición sexual, digno de ser usado por la más sensual y atrevida de las putas. Al ver esa prenda, Tere abrió los ojos sinceramente sorprendida. “Que te parece” le dije sonriendo. Ella, como extasiada solo atinó a decir: “Es muy lindo, lindísimo, y muy caro, pero… ¿no estarás celoso de que me ponga este vestido tan corto?” Yo le dije de inmediato, y con toda convicción: ¿Sabes algo? He resuelto desde ese día sábado, desterrar de mi toda presencia de celos, nunca más estaré celoso de ti. Ella sonrió. “Quiero probármelo” dijo.
    
    Eran las 7h30 de la noche del día lunes, cuando llegó Fedro. Aunque se mostró muy atento como el otro día, parecía estar lleno de una especial ansiedad. Nos servimos igualmente unos vinos. Estábamos solos y algo entonados; de modo que pude dirigir el diálogo, en el sentido del creciente morbo, que empezó a asomar y crecer en medio de nosotros.
    
    - Dime Fedro, ¿te gustan las putas?
    
    - Fedro, después de mirarse la punta de los zapatos, esbozó una ligera sonrisa diciendo: “¿Las putas? Siempre me han encantado las putas, no hay mujeres más comprensivas que ...
    ... ellas”
    
    - “Además de lindas y deliciosas”, repuse yo.
    
    - A su vez, Fedro me preguntó: “Diego ¿Has tenido alguna experiencia con alguna puta?”
    
    - “Estoy casado con una de ellas” le respondí jocosamente. Fedro y yo reímos estruendosamente, de buena gana.
    
    - Y a ti Fedro, ¿Qué tipo de mujer te gusta?
    
    - “Ufff….a mí me gustan las mujeres deliciosamente sensuales, de curvas exuberantes, de cintura fina, y pechos no muy grandes, una mujer que sea tentadora a la vista, que solo de verla provoque hacerle el amor. Una mujer como…” Y se detuvo, algo asustado, quedando en silencio.
    
    - Y yo, sumamente excitado completé la frase: “Una mujer como…mi esposa Tere?
    
    - “sí, creo que si” respondió levemente, mirándome a los ojos.
    
    - Y yo, sonriendo, y moviendo afirmativamente mi cabeza llamé a mi linda esposa.
    
    Ella, estaba ya lista, y salió a la sala, asomando ante nosotros la aparición más angelical, sensual, apasionante, y provocativa que yo había visto. Tere vestía un traje de látex rojo muy apretado a su talle, tan diminuto; que le llegaba solo al inicio de sus muslos, dejando ver impúdicamente un tentador interior rojo que se introducía en los labios de su vagina, dispersando una madeja de vellos ensortijados que se desbordaban completamente. La visiòn de sus grandes y sensuales muslos era completamente obscena, y su imagen de mujer, era la imagen de una bellísima hembra depravada y libertina. Los dos machos perdimos el habla por un momento, y con una pasión que no pude ...
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