¡NUNCA ES SUFICIENTE! - Relatos Eróticos

¡NUNCA ES SUFICIENTE!

-¡Justamente eso! ¡No sé porque me hice la indiferente! ¡Estoy súper enchufada! Nunca me había pasado eso, nunca había estado tan entregada al placer y al goce, total entrega al sexo, gozando de todo lo que me das y me brindás. Nunca me sentí tan dispuesta al placer. ¡Tantas ganas de acariciarte, de besarte, de chuparte! ¡Tanto placer de sentir tu glande acariciando mi rostro, los labios, las mejillas, los ojos…! ¡Nada igual al placer! ¡Y sentir tu cabezota acariciando los pezones! ¡Los globos! ¡Las areolas! Solamente de pensarlo me chorrean los muslos… ¡Tanto placer tenerte entre mis piernas! ¡Sentir tu lengua en el culito! ¡Y no te digo lo que es sentir tu lengua dentro de la conchita! ¡Y chuparte el pito hasta hacerte acabar! ¡Chuparte todo! ¡Jamás supe nada de eso! ¡Todo el uso del cuerpo que se puede hacer! ¡Y también tenerte dentro, siempre, que me la bombees, en la concha y el culo! ¡Te quiero en todo momento, dentro mío o chupándome algo! Yo también quiero chuparte todo, tanto pija como culo… Quiero tener la boca siempre ocupada. En todo momento, más y más. Quiero chupártela mucho, mucho, acariciarte con la lengua, no dejar un centímetro de mi boca libre. Todo mi cuerpo para vos, hasta el fondo. Quiero tenerte dentro de mi concha, de mi culo, de mi boca. Quiero mamarte, chuparte, acariciarte, apretarte, tenerte toda. ¡Es como volver a nacer! Si papito, haceme de todo, haceme gozar totalmente, siempre. ¡Vamos, vamos! ¡Métemela toda! ¡Toda, hasta el fondo!
	Haydé ni ...

... respiraba durante su alocución pro sexo. ¡Tremendamente caliente! No dejó un segundo de acariciarme y besarme durante su “discurso”. 
-¡Ahora papito! ¡Quiero que me la chupés! - Se sentó a mi lado, en la cama, con las piernas bien abiertas. 
-¡Por supuesto tesoro! – Apenas apoyé mis labios en su concha, en que Haydé lanzó su orgasmo. En cinco minutos fueron tres o cuatros…
-¿Viste la calentura? ¡Cuatro acabadas en tres minutos! – Yo seguía chupando, dándome el placer de sus fluidos. Haydé me acaricia suavemente el cabello. - ¡Me das tanto placer! ¿Querés que te la chupe un poquito? Hasta que acabés…, así me trago el semen, tan rico… - No se lo hice repetir. 
¡Una hermosa cogida de boca, como a ella le gusta! Unos diez minutos en el mete y saca de la boca. ¡Tremenda sacudida, descargando cinco o seis chorros! Haydé no desperdició ni una gota.
-¿Sabés papito? Tanto hablar del placer del sexo y de lo lindo que vos me lo hacés sentir, que creo que me estoy volviendo pervertida. ¡Se me ocurre cada cosa!
-¡Mi amor! ¡Todo lo que se te pueda ocurrir es grato! A mí, en este momento, se me ocurre hacerte pis en la boca…
-¿Mearme en la boca? ¿Eso se hace?
-Claro, se llama “lluvia dorada”.
-¿Qurerés hacérmelo?
-Y…, si…, me gustaría…, pero vos me lo tenés que hacer luego…
-Bueno…, dale…, lo que quieras… - Haydé está dispuesta a todo.
	La hice colocar boca arriba, me monté sobre sus tetas y coloqué la pija apuntando a su boca.
-Abrila, mi amor, te lleno… - En un segundo estaba ...