Mi tía Ivette, mi deseo sexual - Relatos Eróticos

Mi tía Ivette, mi deseo sexual

Desde que era muy joven pero ya consciente del sexo, veía a mi tía y pensaba: que senos tan grandes tiene!! Ahora a mis 38 años la veo y sigo pensando: que senos tan grandes tiene!!
Ivette tiene 45 o 46 años, nunca se casó  y no tiene hijos, maestra de quimica a nivel universitario, mide aproximadamente 1.65, cabello quebrado y obscuro a la altura de los hombros, un lindo rostro con ojos grandes y boca chiquita, su complexión es un poquito llenita pero no se ve para nada mal, al contrario y mas con tan prominentes atributos, un par de grandes, muy grandes y ricos senos; suele usar bras talla 36-C (créeme, lo se) y tiene unas nalgas de buen tamaño proporcionales a su complexión. La verdad es que la ves y si se te antoja.
Lo que te cuento es algo muy personal, un secreto y todo lo que escribo ha ocurrido durante muchos años de deseo por mi tía, mi fantasía sexual de toda la vida. Todo es real, solo cambio los nombres por privacidad. 

Pezones paraditos.
Una tarde que vino de visita decidió darse un baño (yo tan solo de pensarla desnuda y mojada uuuuuff que rica imagen). Había metido su ropa al baño así que cuando terminó ya salió cambiada, la cosa es que cuando la miré se notaban sus pezones duritos a travez de su blusa verde la cual era lisa y que dejaba que se notaran aun mas. A pesar de tenerlos paraditos, parecían ser pequeños de tamaño, era hermoso. Su cabello mojado y esas chichotas adornadas de unos pezones pequeños pero duritos, era la combinación ...

... perfecta.
Alguna otra ocasión he notado sus pezones paraditos, siempre es atractivo, lindo y rico verlos, aunque ninguna tan clara como aquella de su blusa verde. 

Masturbandome por ella.
Sobra decir que me he masturbado cualquier cantidad de veces pensando y fantaseando con Ivette, pero hacerlo en su ausencia no ha sido suficiente. En la habitación en la que duermo, hay una cama individual que nadie utiliza, sirve para cuándo alguna visita se queda y duerma ahí y ella no es la excepción; por cuestiones laborales de vez en vez viene para acá ya que una de las escuelas dónde imparte clase queda mucho mas cerca de aquí que de donde ella vive, así que para ahorrarse tiempo duerme aquí en esa cama. Imagina lo que es tener a tu fantasía sexual en la cama de al lado, esa mujer que te has querido coger por años, cuyos enormes pechos has querido tocar, sentir, chupar, besar, lamer... esperando paciente a que se haya dormido, mientras lo único que piensas es sexo. Me baje el pantalón de la pijama y el boxer y disimuladamente me quite las cobijas, deseando que aun estuviera despierta y alcanzara a notar en la obscuridad mi pene erecto, una verga dura que sin saberlo le pertenece. Me asegure de que haya estado dormida, entonces me levante y me masturbé frente a ella, viendo a mi mujer, teniéndola tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Esto lo hecho mas de una vez.
Otra de esas noches, subí a "dormirme" antes que ella, todas las luces apagadas, estaba acostado a manera de poder ver hacia la cama ...