cumpleaños - Relatos Eróticos

cumpleaños

... de nuevo en la sala a un lado de su esposo, tenía las manos amarradas de nuevo, tenía un extraño aparato en la boca para evitar cerrarla y aquel sujeto estaba frente a ella con su enorme miembro erecto, intento moverse pero alguien desde atrás se lo impedía, así Vicente se fue acercando, tomo su pene y lo apunto hacia la boca de Liz, ella intentaba hacer algo al sentir como aquel pedazo de carne iba entrando poco a poco hasta llegar a su garganta, después de unos segundos de tenerlo adentro sintió como se asfixiaba por la falta de aire, Dario la tenía bien sujetada, así Liz no podía hacer nada, su intento por liberarse solo hacían que aquel intruso se incrustara más en su garganta cortando su respiración, fue cuando Vicente le dio una tregua y saco su miembro, desesperada aprovecho para poder respirar, sus ojos estaban llenos de lágrimas y una enorme sensación de asco se apoderaba de ella, pero el no quiso perder más tiempo y de nuevo sin poder hacer nada por defenderse sintió como aquel pene bajaba de nuevo por su laringe, la tomo por el cabello y comenzó a mover su cabeza, aquel pene entraba y salía a placer de aquella indefensa boca, su marido seguía luchando por liberarse sin éxito, estaba siendo testigo de cómo su hermosa esposa estaba siendo violada frente a él y no podía hacer nada por ayudarla, esto pudo ser notado por Vicente que se le ocurrió una perversa idea, saco su pene de la boca de Liz y la tomo del brazo para ayudarla a levantarse, la llevo enfrente de su ...

... marido y la arrodillo, apunto su pistola hacia él y le ordeno darle la mejor mamada del mundo hasta hacerlo venirse o de lo contrario dispararía, al escuchar eso le suplico no hacerlo, ella lo obedecería, llorando le pidió bajar su arma, don Vicente la bajo mientras sonreía triunfante, ella inclinó su cabeza para meterse aquel pene en la boca, ahora era ella quien se la  mamada, ya nadie la controlaba, su marido humillado intento voltear hacia otro lado, pero el sádico de Dario lo obligo a seguir mirando, Liz asqueada por la situación, reunió todas sus fuerzas e intento imaginarse a su marido frente a ella y no pensar en aquel tipo asqueroso, esta vez comenzó a darle una mamada de lujo, aquel pene estaba entrando hasta el fondo de su garganta sin ninguna queja, además utilizaba su lengua para estimular y lamer la cabeza, lamia y chupaba sus testículos con deleite, todo esto ante la mirada incrédula de su marido, ella continuo moviéndose sin pensar metiendo y sacando aquel pene de su boca, estimulándolo lo mayor posible, lo lamia con la lengua desde la base hasta la punta, despues se lo metía hasta el fondo de su garganta, por momento se lo chupaba de forma lenta y luego lo hacía rápido, todo esto provocaba una mayor estimulación en su miembro de don Vicente y aunque lo intento ya no pudo aguantar más, la sujeto de la cabeza mientras se le enterraba hasta el fondo y llenaba su garganta con su semen caliente, ella se estaba ahogando, pero esto poco le importo, pues continuo hasta ...