1. (4) La alargada sombra de una desconocida


    Fecha: 29/11/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... recelaría de mí, y tengo muy claro que si todo sale bien, nunca más debemos vernos, pondría en peligro la situación de ambos.
    
    - Pero sería un muñeco, no dispondría de mi tiempo.
    
    - Eso debes pactarlo tú, así de las condiciones de tu cometido, piensa que ella tendrá sus planes, por tanto te querrá cerca para que la folles.
    
    - ¿Qué opinas?, tú la conoces.
    
    - Supongo que si pudiera manejarte lo haría libertad alguna, es normal, pero repito, plantea tu situación y páctala con detalle, eso también sumará puntos a tu favor.
    
    - Y no te preocupes por mí, ella me ordenó que recabara información sexual, por tanto nada tenemos que esconder, la verdad ante todo.
    
    - De acuerdo, tú mandas.
    
    Y dejé en manos del destino mi futuro, aunque debo reconocer que nada más decir esas palabras, el desasosiego invadió mi cuerpo en su totalidad.
    
    Se alejó de mí haciendo una llamada, habló y habló con el móvil, les llevó casi media hora, se volvió sonriendo.
    
    - Hay un cambio en la forma de conoceros. Ella llegará al parque en su coche, se bajará de él simulando el pinchazo de un neumático, estará agachada mirando por encima de la rueda, y su postura dejará al descubierto sus muslos, llevará una falda corta, y cuando te acerques para ofrecerla ayuda, ella se girará, no llevará lencería alguna en su cuerpo.
    
    - Está bien, mejor que simular a una puta.
    
    - Hay más. Aunque no esté pinchada la rueda, deberás cambiarla y como es lógico te mancharás las manos, procura que la ropa también, ...
    ... excusa para ella para invitarte a su casa para que te laves y como es lógico tendrás que quitarte la ropa, será el comienzo.
    
    - ¿Así de simple?
    
    - Si, además durante el trayecto a su casa, te ofrecerá ese acuerdo basado en el cambio de la rueda, puede que te ofrezca algo que me hizo reír, ella se molestó un poco pero terminó riendo, terminaba de inventar algo novedoso.
    
    - Pagarte el asunto de la rueda y además un contrato de mantenimiento de ella.
    
    Volvió a reírse, y yo no salía de mi asombro.
    
    - ¿Mantenimiento?, supongo que será del coche, aunque no soy mecánico.
    
    - No tío no, un contrato de mantenimiento de ella, no solo en lo sexual. En general mantenerla satisfecha con el fin de procrear heredero dentro de una buena armonía, por tanto vete pensando en despedirte de tu trabajo, pacta una buena cantidad de dinero por eso, ya que durante ese trabajo no cotizarás, piensa en la jubilación, ella entenderá.
    
    Su risa me dio que pensar, esa tía hilaba muy fino, el perfil que ella me había dado no se correspondía con su pensamiento, no era una heredera tonta.
    
    - ¿Y esa forma de presentarse?
    
    - Un capricho de jovencita, aunque puede que no sea así, es algo cambiante y a todos nos pasa.
    
    - ¿Qué le has dicho de mí?, que deba saber.
    
    - Que eres un tipo raro y que la sorprenderás muchas veces y que eres algo rústico comparado con su clase, dijo que tampoco estaba mal un cambio de aire en sus costumbres.
    
    Bueno, las cartas están repartidas ¿Dónde está esa calle y ...
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