1. Viaje al Pasado (Capítulo 5)


    Fecha: 06/12/2018, Categorías: Incesto Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos

    ... medias nylon y su interior a la vez, pronto estaría en sus pies. Ella zafó mi pantalón y pronto quedó mi miembro al aire, ella lo sujetaba con su mano y empezaba a acariciarlo. No sé cómo zafé su blusa y quedamos piel contra piel.
    
    La senté en el filo de la mesa, y me apegué hacia ella, encaminé mi miembro a su vagina, y de las caderas, de un jalón hacia mí, la penetré. Ella me aprisionaba con sus piernas, y empezaba a gemir, yo gemía igual, y empezaba una serie de embestidas dignas de un campeón.
    
    Esta vez, no duré mucho, y terminamos juntos pronto. Así sin desvestirnos por completo, ya habíamos tenido relaciones, pero esto estaba empezando, le dije.
    
    La bajé de la mesa y terminé de sacarle la ropa, y ella hizo lo mismo, la llevé a mi habitación y esta vez, ella misma se recostó y empezó a acariciarme el miembro, para hacerlo revivir. El bandido de mi miembro, se hizo el difícil, pero empezó a revivir, y parece quemas vigoroso que antes.
    
    Una vez que mi miembro recobró energías, le dije, “Quiero intentar algo”, la puse de lado, y empecé a acariciarla.
    
    Me puse a sus espaldas, y en un rápido movimiento la puse boca abajo, Sofía me dijo:
    
    —¿Que intentas hacer?, no me gustan estas cosas.
    
    —Tranquila, confía en mí, le dije.
    
    —Yo confío en ti, solo que..
    
    La interrumpí por un rápido movimiento que hice y levanté su cola, pude ver su vagina desde atrás, ella con su cara en la sábana, no podía dar crédito a lo que le hacía.
    
    Le abrí las piernas y empecé a ...
    ... masturbarla con mi mano, ver ese gran trasero a mi disposición, era algo del otro mundo, yo estaba como poseído, y solo quería hacerla mía.
    
    Ella gemía de placer, y en el momento menos esperado, mi miembro tomó la posta de mi mano, y empezó a entrar por su vagina, a entrar y salir, a entrar y salir, una y otra vez.
    
    Yo la agarraba de las caderas y ella más relajada, disfrutaba la nueva pose en la que la tenía, yo bombeaba como si de esto dependiera mi vida, ella gritaba como loca, que terminará que ya no aguantaba más, y así fue, con mis manos en sus caderas, le apegué lo más que pude hacia mí, mientras explotaba lo que me quedaba de la primera descarga de hace unos momentos.
    
    Caímos rendidos los dos en la cama, y en un abrazo de cucharita, nos quedamos tratando de recobrar el aliento.
    
    —No me gustó lo que hiciste, me dijo, obviamente nunca lo había hecho así, su vida sexual seguramente fue posiciones clásicas y nada más.
    
    —Estás segura, yo sentí que lo disfrutaste mucho, le dije
    
    —Si lo disfruté, pero no me gustó, me hiciste sentir como una cualquiera, porque pienso que ellas lo hacen así.
    
    —Tú no eres una cualquiera, eres mi amor, y contigo quiero experimentar nuevas cosas, mientras la abrazaba y besaba. Quiero que conozcas tu cuerpo y disfrutes de nuestra vida sexual a total plenitud.
    
    —No lo sé, me sentí vulgar, y por un momento pensé que violarías mi ano, me dijo.
    
    —No lo haría sin tu consentimiento, no te preocupes, y tampoco me gustaría, esa posición a mí ...