1. Relatos eróticos esposos cómplices cap 118


    Fecha: 15/10/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Chacri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... nada a nadie y mi dinero lo escondi debajo del colchón.
    
    Seguí vendiendo mis caramelos en la avenida y cuándo veía al gordo le preguntaba sí quería jugar otra vez. Para después, yo te aviso me decía. 
    
    Cómo mis ventas bajaron yo les preguntaba a los viejos qué pasaban en sus autos, si querían qué juegue con sus pipis. Algunos me decían cochina, otros putita, otros me aconsejaban y otros me decían para después.
    
    Hasta qué un día un gordo pelado aceptó y subiendo a su auto me llevó a un cuarto haciéndome lavar la boca y las manos.
    
    Echado cómo un oso calato por lo peludo, me mostró un pipí más pequeño qué el anterior pero más grueso.
    
    Arrodillada en la cama me hizo abrir mi boca enseñándome cómo tenía que hacerlo y ayudado con las manos también, mientras él veía una revista.
    
    Estuve media hora con la boca que me dolía por tenerla abierta de forma exagerada y por tanto tiempo sin lograr nada.
    
    El gordo dejó la revista y me echó en la cama y arrodillado en mi cara metió su pipí en mi boca jugando en un mete y saca cada vez con más violencia y aunque me dolía mi boca soporté hasta qué soltó su goma tragandome un poco y tosiendo por la cantidad exagerada qué soltó.
    
    Descansa un ratito me dijo y echada a su lado pensé en la forma rara que tienen los hombres de jugar con su pipí notando también qué yo tenía mojada mi cosita lo mismo qué la vez anterior.
    
    Se levantó y estando listo me llevó a mi casa dándome el doble de dinero y sin querer los caramelos y antes de ...
    ... bajar me dijo " Si no le cuentas a nadie, te llevaré a jugar nuevamente " dándome un palmazo en el poto me dijo adiós.
    
    En dos años logré tener 10 clientes qué siempre me llevaban a jugar con sus pipis dándome mi buena  propina.
    También en éste lapso de tiempo mis hermanos jugaban con sus pipis y viendo lo torpes que eran, les enseñé y les gustó, enseñándome ellos qué éso se llama verga y mi cosita se llama concha y lo qué les hago es una paja, y la goma es leche, convirtiéndome desde ése día en su pajera oficial de todos ellos.
    
    Luego logré tener 4 clientes qué me pedían el especial y era que calata en la cama se echaban encima mío poniendo su verga entre mis piernas moviéndose cómo caballo loco hasta soltar su leche entre mis piernas y a veces me pedían lo mismo pero boca abajo por lo cuál me daban me más propina por el peso qué tenía que soportar.
    
    Después tuve 5 ancianos qué más tiempo se pasaban después de bañarme lamiendo mi cuerpo por todos lados, haciéndome vibrar cuándo metían su lengua en mi conchita, terminando el juego les chupaba sus vergas chiclosas hasta tragarme su leche, pero yo me quedaba con ganas de algo más, pero nadie se atrevía a hacerlo por temor a la justicia.
    
    Desde qué comencé a vender caramelos yá habían pasado 6 años, teniendo en mi colchón 20 mil guardados y una lista de 35 clientes y aún me mantenía virgen.
    
    A los meses conocí a una chica mayor que yo y también vendía caramelos en la otra calle y tomando un trago  confesamos nuestros ...
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