1. Kamila. Parte 2


    Fecha: 11/12/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Leinad191, Fuente: SexoSinTabues

    ... instinto solo quería empujar hasta la culminación del acto. Y eso intente… pero a pesar de estar como una piedra, mi amiguito no conseguía entrar con facilidad. Parecía imposible. El calor que desprendía desde el interior me llamaba a gritos, pero no podía traspasar esa invisible y frustrante barrera. Me desespere. Kamila también parecía estar ansiosa… Ella intentaba pegarse a mí, y comenzó a soltar pequeños chillidos. Tenía que ser eso, ni siquiera había podido penetrar… no pude haberla lastimado. Me puse a pensar como un perro podía hacer esto sin problemas, aparentemente. Y fue ahí cuando me ilumino un pensamiento. Un perro callejero no intentaría esto con tanto cuidado como lo estaba haciendo yo. Un perro callejero no tendría tanta consideración. Simplemente llegaría y se follaría a su hembra sin más. Sin importar nada, más que el mero acto… Está bien. Basta de mierda, me dije. Hice que la perra lamiera mi verga un poco más. No quería usar el puñetero aceite de coco en mí. Prefería esperar a que Kamila lo ensalivara bien. Lo hizo muy rápido. Esta vez la tomé de sus caderas y pude sentir como se estremecía. Kamila se puso rígida una vez más… Puse mi verga en la entrada y empuje con todas mis fuerzas. Pude sentir la gloria durante un instante. Esos escasos segundos en los que entro fueron la mejor que había sentido en mi vida, pero la perra termino soltando un enorme quejido y pegando un enorme salto, que termino por sacar mi verga al momento. Esta vez completamente ...
    ... enfadado la tomé con más fuerza y lo hice de nuevo. Esta vez entraron poco más de cuatro centímetros. Deje que Kamila se relajara mientras la tenía adentro. Ella no paraba de moverse. Podía notar lo acelerado de su respiración… Podía sentir el ardor que me envolvía, pero no estaba llegando al punto máximo. Quería meterla completamente… Pero me temblaba todo el cuerpo, podía sentir una especie de corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo. Jamás había sentido algo remotamente parecido. Era lo mejor del mundo. Y entonces… Paso. Kamila se aventó para atrás cuando menos me lo esperaba. Esta vez entro la mayor parte de mi verga, y soltó otro gran quejido, y esta vez yo igual… Me doblo un poco el asunto la hija de perra, literal. Aún más furioso me dispuse a terminar de una vez. La tomé lo más fuerte que pude y comencé a bombear como un campeón. Las rodillas me dolían a horrores, pero eso no impido que continuara. Estuvimos así un buen rato. Ella con la respiración acelerada, lanzaba uno que otro gemido que me ponía a tope. No sentía ganas de venirme. Esta vez la sensación me llego de repente, y en menos de un segundo ya estaba disparando mis fluidos dentro de ella. Sentía como esa vagina absorbía todo mi ser. Creo que jamás me había corrido tanto de una sola vez. Pero no me sentía débil ni con ganas de terminar. Seguí bombeando esta vez con más facilidad. Veía mi leche desbordándose de su orificio que esta vez serbia de lubricante. Pero no quería terminar, quería seguir sintiendo ese ...