El hijo del panadero
Fecha: 12/12/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos
Hola a todos. En esta ocasión quería contaros la primera vez que seduje a un chico yo solito. Estaba yo acabando el instituto, y pasaba el verano en la playa, con mis padres. Por las mañanas ellos solían bajar a la playa hasta la hora de comer, y yo tenía por costumbre bajar por la tarde con mis amigos, así que por la mañana disfrutaba de la casa entera para mí y mis juegos, como os comenté en otro relato.
En la zona el Mar Menor donde yo veraneaba, lo habitual era que pasaran repartidores de distintas panaderías que te lo traían a casa. El nuestro era el de toda la vida, pero ese año empezó a acompañarlo su hijo, que era el que hacía la entrega mientras el padre conducía. Se trataba de un chaval, un par de años más joven que yo, pero que no lo parecía; alto, delgado, con un cuerpo muy moreno por el sol del verano y bastante guapo. Efectivamente, él es el objeto de este relato, pero en un principio no me llamó la atención.
Una mañana estaba yo en pleno jueguecito: masturbándome completamente desnudo con un pequeño frasco de desodorante metido en el culo después de chuparlo bien y con un mini espejo portátil que usaba para mirarme fingiendo que era una cámara que me grababa para miles de espectadores. Cuando estaba deliciosamente cerca de correrme, sonó el timbre.
Pensé ignorarlo y seguir, pero insistió así que me puse un bañador mientras gritaba "¡Voy!" y bajé a abrir, con mi culo bien lleno y la polla tan dura que el bañador no disimulaba nada. Me di cuenta ...
... mientras bajaba la escalera y viendo que era el panadero, le dije que entrara a la casa cruzando el porche y yo aproveché ese tiempo para intentar disimularlo, pero no había manera.
Abrí la puerta interior y le dije que pasara y lo dejara en la cocina, como siempre, mientras buscaban en el monedero. Cada vez que me movía sentía más el tarro en mi culo y me gustaba. Cuando levanté la vista con las monedas, me di cuenta de que el chico, Raúl, tenía la mirada clavada en mi polla, que se notaba durísima en el bañador, lo que encendió mi calentura aún más. Callé durante un segundo y le dejé que mirara y entonces dije:
- Perdona el retraso, es que estaba haciendo una cosa y me has pillado a la mitad.
- No hay problema -dijo él levantando la vista y sonrojándose-. Para eso estamos.
- Intentaré que mañana no me pase otra vez. Toma, quédate el cambio.
Toqué su mano durante un instante y no dejé de mirarle a los ojos en todo momento, a ver si entendía lo que le insinuaba y él con un "Gracias" salió y se fue corriendo, creo que algo inquieto. Yo me quedé cachondísimo y allí mismo me quité el bañador, me puse de rodillas para poder meter y sacar el frasco de mi culo y me masturbé hasta correrme pensando en su mirada ávida.
A la mañana siguiente estuve todo el rato muy excitado, pero no quise tocarme de momento. Cuando oí que llegaba su furgoneta, con un característico tono de bocina, me desnudé y me puse un bañador bastante más ajustado y me coloqué la polla ya muy dura para ...