1. El hijo del panadero


    Fecha: 12/12/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos

    ... más mientras jadeaba.
    
    Bajé las manos hacia su culo y se lo acariciaba y estrujaba. Él tumbado sobre mí, de costado, me cogía la polla y la pajeaba. Apartándome un instante de sus besos, le pregunté:
    
    - ¿Quieres chuparla?
    
    Asintió, así que le di unos suaves empujones en los hombros, y suavemente le pasó la lengua de arriba a abajo, en todo su contorno, metiéndose la cabeza en la boca. No lo hacía mal si era novato, pero empecé a indicarle:
    
    - Métetela entera en la boca, así, bien, ahora saca y métela otra vez, uf, así, cabrón, chúpala bien, con la lengua, sí... Sigue... Te gusta chupar pollas, ¿eh? Toma, así...
    
    Él me miraba con cara de vicio y asentía, empezaba a metérsela casi entera, yo le acariciaba la cabeza y le daba ánimo. Por fin tenía esa boquita en mi polla, pero si seguía así iba a correrme pronto. Lo paré y lo subí a seguir besándonos. Nos dimos la vuelta y yo quedé sobre él.
    
    De su boca, pasé a su cuello y le daba mordiscos mientras él jadeaba. De ahí bajé a su pecho y su vientre. Mientras le miraba a los ojos, le bajé el bañador, y me metí toda su polla de golpe en la boca. Hacía días que no saboreaba una polla y la de Raúl no estaba mal de tamaño, así que empecé a comérsela con voracidad, metiéndomela entera y sacándola para volver a empezar y relamerme con mi propia saliva. Pensaba enseñarle a hacer una mamada.
    
    Mis manos le acariciaban por todo el cuerpo y mientras me arrodillaba en el suelo, me restregaba la cara por su polla, húmeda y dura. ...
    ... Cuando pensé que se correría pronto, le subí las piernas y bajé mi legua a su culo. Debía de ser la primera vez que le hacían un beso negro, porque empezó a jadear y gemir muy alto.
    
    Seguía haciéndoselo a la vez que le masturbaba y empezó a gritar que se corría, así que me la metí en la boca y me tragué toda su leche mientras continuaba chupándosela. Era muy abundante y se me cayó por las comisuras una parte, pero no dejé de hacerlo hasta que sus temblores pasaron.
    
    Me miró a los ojos y sonrío, a lo que yo le contesté abriendo la boca para que viera su leche y me la tragué toda. No suelo hacer eso, pero la cara que puso valió la pena. Tiró de mí hacia arriba y nos besamos un rato.
    
    Noté que su polla estaba de nuevo dura en pocos minutos, así que comencé a pajearla hasta que estuvo en su máximo esplendor. Cuando lo conseguí, me puse a horcajadas sobre y lentamente me la fui metiendo en mi culo, que por fin recibía su ración de polla. Él me miraba y miraba como iba entrando, y yo disfrutaba de la sensación.
    
    Cuando la tuve toda dentro, apoyé mis manos en su pecho y empecé a moverme arriba y abajo, para sentirla más y más, mientras empezaba a gemir, cada vez más alto:
    
    - Uf, así... Joder, que bueno... Sí, métela todo, sí... Vamos, fóllame el culo, bien fuerte, ah... Así, así... Joder, Dios... Que ganas tenía...
    
    Le di una cabalgada profunda, hasta los huevos. Mis gritos le pusieron a mil y cogiéndome el culo con sus dos manos, empezó a bombearme y a jadear, gruñendo ...
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