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Las hermanastras (Parte 3)
Fecha: 12/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
Esteban se levantó de la cama, y mirando a Pedro, le preguntó: -¡¿Me acabas de decir que te follaste a mi madre?! -A la tuya y a la mía. -¡Me importa una mierda que te hayas follado a tu madre, degenerado! Lo que me da por culo es que te has follado a la mía, hijo puta. -Quien te da por culo soy yo. -¡Encima! -No, por detrás. -¡Aquí van a llover hostias! -A ver, Esteban, a ver. Hace un momento estabas dispuesto a follar a mi madre. ¿Qué diferencia hay en que yo folle a tu madre a que tú folles a la mía? -¡Tu madre es madrastra, hijo puta! -Ya somos dos. -¡Me voy para mi casa! -¿Y me vas a dejar el culo sin desvirgar? -¡Mete un palo! Esteban ya no tenía ganas de nada. Su polla estaba flácida y su cabreo era monumental. Sin decir nada más, se vistió y se fue a su casa. La amistad de los primos se había acabado, aunque frecuentaban los mismos locales de la ciudad. Al sábado siguiente, Pedro, entró en un bar de copas y vio sentadas a una mesa a Dori y a Martu. Fue junto a ellas, y de pie, les dijo: -¿Pero vosotras no estabais en el trullo? Le respondió Dori. -Dos mujeres de tu pueblo testificaron a nuestro favor. -¡¿De mi pueblo?! -Sí. -¿Cómo es posible tal cosa? -Todo empezó el día de Noche Buena. No teníamos dinero para pagar una habitación y fuimos a la dirección que nos diste. La puerta estaba cerrada. Llamamos y no había nadie. La casa de al lado tenía la puerta abierta. Entramos, y al rato llegaron estas dos ...
... mujeres que testificaron a nuestro favor. -¡¿Les disteis el palo y os sacaron del trullo?! La que le respondió ahora fue Martu. -Les debió gustar que las obligáramos a comerse los coños. Pedro ya tenía la mosca detrás de la oreja. La casa que estaba al lado de la suya llevaba vacía un año. -¿Y cómo son esas mujeres? -Parecían sacadas de un cuadro de Goya. Estaban enlutadas de la cabeza a los pies. -¿Cómo se llamaban? -Ni idea. Lo único que sabemos de ellas es que eran hermanas. Entró Esteban en el bar. Al ver a Pedro hablando con Martu y con Dori, fue a saludarlas. Al llegar a su lado le dijo Pedro: -Tengo que hablar contigo. Cuando sepas lo que te tengo que contar te vas a caer de culo. -¡Contigo nada tengo que hablar! Dori, les dijo: -Sentaos. ¿Qué fue lo que os pasó? Se sentaron, y le dijo Pedro: -Nada que no se pueda arreglar. Contarle a Esteban que le hicisteis a las dos mujeres de nuestro pueblo que os quitaron del trullo. Dori, le dijo: -Si pagas algo. -Eso puedes darlo por descontado. Cuenta todo desde que entrasteis en la casa. -Fue el día de Noche Buena, a la una de la mañana, más o menos. Estábamos en la cocina buscando algo de comer cuando llegaron las dos enlutadas. No creo que llegaran a los 40 años... Llegó el camarero y pidieron de beber 4 gin tonics. Dori siguió con la historia. -... Recortadas en mano les hicimos que nos dieran los 300 euros que tenían en casa. Después nos divertimos con ellas. ...