1. HICE QUE MI MADRE CUMPLIERA MIS FANTASIAS 2DA PARTE


    Fecha: 13/12/2018, Categorías: Incesto Autor: voyeur34, Fuente: SexoSinTabues

    ... con la pierna sobre la cama, y volteaba a verme, sonriendo, diciendo hola hijo, como si nada, de forma natural. O la encontraba agachada buscando algo en alguno de sus cajones, y su trasero apuntaba hacia mí, mostrándome sus bragas blancas o negras satinadas, o de encaje, en todo su esplendor, y haciendo como si nada pasara, diciéndome que no encontraba algo y que le ayudara. Desde los 15 años había comenzado aquella situación, cuando comenzaba ya a fijarme en el pecho de las mujeres, y en sus curvas geniales. Pero esos encuentros casuales y eróticos con mi madre hacían que mi estómago diera un salto, y mi pene reaccionara a su imagen sensual y sus carnes espléndidas. Eso tenía en la mente mientras conducía, antes de responder a su pregunta. —Adrián. —Tengo una fantasía contigo Moni. —¿Ah sí? Eso es interesante. Cuéntame, a ver qué tan original es. —No se si es original, pero es un deseo que tengo y que me gustaría saciar algún día. Por esa ocasión mi madre calló, ahora fui yo quien la dejó sin palabras. Lo más seguro es que no fue una victoria mía, sino que ella así lo deseaba porque le convenía. —Extrañamente, no incluye el coito, aunque eso es algo que también me gustaría. Es más bien una fantasía erótica fetichista. —¿Pero tú sabes lo que es el fetichismo? —era una pregunta retórica e irónica. Mi madre sonrió de nuevo sorprendida. —Madre, se muchas cosas sobre la sexualidad aunque aún sea virgen. —Te dije que en este momento no soy tu madre, dime Moni. Creo que ahora que ...
    ... lo pienso, no quería que le dijera madre para no ensuciar esa parte de su ser, a la que quería conservar impoluta de alguna mancha incestuosa. Y que al mismo tiempo llamarla por su nombre, un nombre cachondo por cierto, la hacía sentirse perra y sucia, emputecida. Y eso la ponía caliente. No lo sabía aún. —Sí sé lo que es el fetichismo, y comparto algunos gustos sobre eso. —Lo sé. —caramba, cada segundo que pasaba mi madre me sorprendia mas. —¿Cómo que lo sabes? —Sé que eres fetichista. Muchas cosas te delatan, soy abogada hijo. —No me llames hijo por ahora —ahora te toca zorra hermosa. Mi zorra. —Ok. Adrian, me parece justo. Como si fuéramos dos extraños hombre y mujer. —Sí. —Te decía que se que tienes algunos fetiches y eres voyeur también. Es más, acabas de aceptar que te encantaba verme mientras me vestía y que te excitaba verme mi ropa interior. —Sí. —Y también usarla. —¿Qué dices? Yo nunca me he puesto tu ropa. —No dije que te la pusieras, dije que la usabas. El silencio embargó su auto. Quise reprimir el imperioso deseo de girar mi vista para ver su cara. Pero no pude. Así que giré y me encontré con esa sonrisa angelical y endemoniada al mismo tiempo que me hacía subir al cielo. Me daba morbo ver su rostro mientras ella me hablaba de mis perversidades. Su vestido rojo me mostraba aun su ropa interior, y su escote, que ya prácticamente no escondía nada, me dejaba vislumbrar sus dos melones 38D duros y maravillosos, descansando bajo su sostén blanco, que iba a juego con ...
«12...91011...14»