1. HICE QUE MI MADRE CUMPLIERA MIS FANTASIAS 2DA PARTE


    Fecha: 13/12/2018, Categorías: Incesto Autor: voyeur34, Fuente: SexoSinTabues

    ... una mujer que cualquiera querría tener a su lado, y sobre todo en la cama. —Tu me tienes en la cama. —Dios mío, por qué me castigas así. esos comentarios tan cachondos. —Sí mamá, por eso me siento honrado cuando te acuestas a mi lado. Muchos matarían por una noche contigo. Por hacerte tantas cosas ahí. —¿Ah sí? —¿Qué cosas? —Pues ya sabes. —No no sé. —Ya sabes, lo que todo hombre hace a una mujer que desea. —Tú, ¿qué me harías? —tragué saliva. me agarró en curva una vez mas. y yo sin frenos. —Mamá. —En este momento no soy mamá. Dime ¿qué me harías? —Ok Moni. Para ser honestos nunca lo he hecho así que todo se remite a lo que creo que debo hacer, lo que he visto en las pelis. porno. —Sé que no lo has hecho con nadie, pero esa no es la pregunta. ¿A ti, con lo que sepas o no, que te gustaría hacerme? Seguramente se están imaginando a una madre zorra, que estaba abriendo las patas mientras cuestionaba a su hijo, frotándose la pepa, perversamente. Pero no, lamento decirles que no era así. Mi madre hablaba con una voz sensual y articulada, pero era una seductora, sabía qué hacer y cómo hacerlo para no parecer una vulgar perra caliente conmigo, sino una hembra calculadora que sabía mantener el control de la situación y el hilo de la historia, yo jamás pensé que las cosas fueran por ese rumbo, y estaba sorprendido, pero eso no significaba que ahí íbamos a montar una bacanal. Más bien podría decirles que se trataba de una situación muy muy erótica, en la que mi madre parecía ...
    ... disfrutar del interrogatorio y de mi actitud, y en la que yo era la víctima pero a la vez una excitación y una calentura que muy seguramente ocasionaba de modo consciente y a propósito. Como una dominación con un amo y un esclavo mental, en la que ella alimentaba mi verga con sus insinuaciones y preguntas cachondas, pero a la vez no me daba alivio. Les puedo decir que ese ha sido uno —quizá el mayor— de los momentos más eróticos de mi vida. La gente confunde el erotismo con la pasión. En mi personal opinión el erotismo es un orgasmo muy largo e intermitente que viene y va y puede durar días y días, alimentándose, creciendo hasta que algún día explota mediante la pasión y el sexo. Para mí eso es algo distinto. Es algo que llevaba viviendo mucho tiempo ya con mi madre, desde que se mostraba semidesnuda ante mí, desde que me arrimaba a ella al cocinar, o lavar. Algo en mí, en el fondo me decía que ella sentía mi pene erecto sobre sus nalgas y sabía que me gustaba esa sensación y por eso se dejaba hacer. Porque de algún modo —me imagino— ella como madre me regalaba también placer para que yo creciera como hombre, para que me formase como un hombre integral. Que quede claro que no soy homofobo, para nada. Al contrario, creo en la igualdad, lo que digo es que quizá mi madre eso quería de mí. Por eso me dejaba tomar de ella esos momentos de erotismo mujer-hombre. En los que algunas tardes de verano, ella aparecía en calzones y brassier de encaje, subiéndose las medias arriba de la rodilla ...
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