1. HICE QUE MI MADRE CUMPLIERA MIS FANTASIAS 2DA PARTE


    Fecha: 13/12/2018, Categorías: Incesto Autor: voyeur34, Fuente: SexoSinTabues

    ... cumplido los 18 y ya era mayor de edad. Así que le propuse que saliéramos a tomar algo juntos y que si le parecía bien la idea de ir a bailar un rato. Era un viernes y había salido temprano. Generalmente los viernes mi padre salía y llegaba borracho así que muy seguramente mi madre iría a dormir con su cariñoso hijo. Al principio no la vi muy convencida. —No lo sé, Adrián, ¿en serio no preferirías ver una peli acostaditos en la sala? Palomitas, un cafecito o algo. —Mamá, no seas aburrida. Anda, tiene mucho que no salimos y ahora que ya soy mayor de edad podemos tomar juntos una cerveza o algo. Es un viernes precioso y tú necesitas distraerte y relajarte. —Mmm no sé. La verdad es que no me siento muy animada. —Hazlo por mí, ¿sí? Esas palabras la partían en dos. y literalmente algún día la partirán de verdad—pensé—. —Ok. —balbuceó—. Pero no más de las doce ¿ok? Y que sea un lugar tranquilo para beber y bailar. Por ningún motivo haré el ridículo de entrar a un antrito de esos para chamacos. —Hecho. Excelente. Vístete, mientras, yo iré buscando algún lugar tranquilo como el que dices. Mi madre subió con desgana hacia su habitación a vestirse para salir y yo investigué en internet y con algunos amigos mayores algún lugar adecuado a lo que ella quería. Veinte minutos después, mientras yo apagaba la televisión para llamarle, apareció un ángel bajando por las escaleras, un ángel malvado porque me hizo sufrir desde aquel instante, y el dolor se centraba entre mis piernas. Era una ...
    ... diosa vestida de rojo, entallado, en perfecto contraste con su piel blanca tostada. Y en perfecta armonía con sus sensuales pecas de los hombros y cara. Sus pechos asomaban casi a la mitad por aquel escote que era una ventana al infierno. Dos tetas descomunales, turgentes, voluptuosas, firmes. Eran mi delirio. Me quedé sin saliva porque la que tenía me la había tragado desde el primer encuentro de mis ojos con su silueta. —Ma. má. Estás increíble. —¿Te gusta? —¿Y cuál es tu plan? ¿Quieres que te secuestre una banda de tratadores de blancas? o ¿quieres que haya una oleada de infartos de viejitos en el bar? —mi madre sonrió con ese gesto malévolo que me mataba. ¡Dios, qué mujer! —Basta. No es para tanto. —En serio. Luces divina, nunca mejor dicho. —Si no fueras mi hijo, ¿te causaría algún tipo de deseo? No jodas —pensé— y siendo tu hijo también. Yo comenzaba a dudar que esas preguntas me las hiciera a propósito para hacerme sufrir. Pero no. Hubiera sido muy bello para ser real. —Madre. Eres la mujer más sensual que conozco. Eres un bizcochote. —Ay ya. naco. —volvió a reír. Pero sé que le gustó. Tomate esa, chiquita, pensé. La idea de poderle decir guarradas y morbosidades me encantaba, y al fin le podía decir algo gracias a que ella me dio entrada. —Moni, de verdad, yo no sé cómo mi padre no valora lo que tiene, no sabe qué tesoro está perdiendo. Yo disfruto viéndote así de hermosa todos los días —lo siento, ya sé que están pensando, pero era el momento de ser cursi. —Gracias hijo. ...
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