Relatos eróticos esposos cómplices cap 124 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 124

... los zapatos yá me aumentaban, viendo si en un descuido me lo cachaba.

En éso se me acercó Ali diciéndome qué no haga éso por qué él señor no se lo merece y si se entera créame que lo conocerá en su versión más malvada.

Esta chica me hizo entrar en razón y dejando mi postura regresé con el general, pensando que por una verga voy a perder todo, si cuándo salga de acá tendré a mi disposición miles de vergas que pagarán por cacharme.

Puse mi cabeza en su regazo, quedándome dormida hasta la hora de almuerzo.

Por la tarde llamó el coronel asistente diciéndole que todo está arreglado hasta culminar el trato, sólo que hemos tenido que ceder algunas cosas importantes.

General : Coronel no importa lo qué hemos cedido, ésto para mí es más importante. Pero se han quedado satisfechos......
Bien me alegro. Gracias coronel.

Felices los dos brindamos con unos vinos en compañía de la servidumbre.

General : Mañana quiero ir de compras todo el día, preparen todo por favor.

Ésa noche dormí abrazada a él en plena tranquilidad.

Por la mañana partimos Ali, el general y yo en su carro conducido por un chófer y atrás nos seguía otro auto con sus guarda espaldas.

Caminamos por todas las tiendas, haciendo compras para mí, para Ali y para los empleados.

Almorzamos mariscos y seguimos viendo las tiendas y el general muy orgulloso me llevaba del brazo presentándome cuándo podía como su esposa.

Cómo se hizo de noche comimos algo ligero en el camino llegando ...

... sólo a descansar en la noche.

General : Amor, disfrutaste el día ?

Yo : El día, tu compañía y los obsequios. Gracias cariño.

Se volteó poniéndose encima mío moviéndose como cachandome.

General : Amor, sígueme contando por favor.

Le conté al detalle cuando el juez me rompió el culo y hasta sollozaba contándole qué lo arrecho yéndo al closet por su consolador.

Sucedió lo mismo del lunes que grité cuándo me lo metió y gozamos soltando nuestras leches durmiendo hasta el otro día.

El día jueves pasamos con el general viendo fotos de su vida militar en diversos países, así cómo las de su esposa y sus hijos.

Después de almorzar me fuí a relajarme al jardín, viendo y oliendo sus diversas flores, pero no sé cómo veo moverse las cortinas sin que haya corrientes de aire y agudizando mi mirada veo al empleado churro pajearse observando mi cuerpo.

Cómo una contribución a los machos arrechos sin suerte quebré mi cuerpo mostrando más parado mi culo. Vi a la cortina moverse más rápido, señal qué estaba por vaciarse.

Luego lo ví pasar por atrás mío y rápidamente me fuí a verificar lo qué creo que ví.
Era cierto, el piso estaba lleno de leche. Me sentí una mujer filántropa sintiéndome orgullosa. 
Al retirarme de ése sitio lo ví pasar al empleado con los materiales para limpiar su pecado.

El día viernes en la noche llegaron visitas de otros generales con sus esposas qué hacían bromas bien cargadas de sexo.

No sé qué le dijeron al general qué llamándome ...