Relatos eróticos esposos cómplices cap 136 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 136

... marido.

Me lo metía y me lo sacaba con violencia, luego cambió su posición con mi sobrino y aguanté, por qué era más larga y más gruesa.

Cesar : Hijo, has hecho alguna vez un sánguche humano.

Sobrino : No tío, cómo es ?

Cesar ; Estar dentro de ella los dos, al mismo tiempo.

Mi sobrino me quedo mirando y sorprendido.

Sobrino : Tío, le vamos a hacer daño, ella es chiquita y empujarla dura con 35 Cms de verga adentro.

Yo : Por mi no se preocupen, preocupense por ustedes. A ver si podrán.

Cesar : Hijo, échate en la cama.

Una vez echado me senté clavándome su verga en mi concha y luego mi esposo atrás mío, después de varios intentos, logró meterlo en mi culo, aguantando de gritar por mis hijos, pero el dolor era intenso. 

Lo peor es qué por nuestra inexperiencia, no coincidían nuestros movimientos y las vergas se me salían y me causaban dolor al meterlas de nuevo y demoró nuestra sincronización, sintiendo sus leches entrar sólo una parte en mi y sólo pude soltar un sólo orgasmo.

Descansamos comentando nuestros errores y dormimos  dos horas y volvimos a intentarlo, logrando un mejor resultado pero aún nos faltaba para disfrutar.

En la amanecida mi sobrino me pidió el culo y aunque con temor, me eché boca abajo, sintiendo su verga grande y dura entrar y salir con violencia, mostrando su juventud  hasta qué sentí su leche caliente entrar muy dentro mío.

Luego mi esposo me volteó y metiendo su verga de un sólo golpe y con unos cuántos ...

... movimientos me llenó la concha con su leche.

Descansamos 15 minutos, luego nos bañamos y él se despidió y nosotros despertamos a nuestros hijos, desayunamos y después de embarcarlos en su movilidad me fuí a trabajar, volviendo a ajustar el culo cada vez más abierto.

En la semana estando sólos 

Yo : Amor está bien lo qué estamos haciéndo ?

Cesar : A ver, a nuestro sobrino le estamos dando lo qué la naturaleza le pide a su cuerpo. Con él estamos haciendo bien, por qué quién más lo haría mejor. 

Con sus amigos qué están en la misma situación, lo mismo, por qué todos son solteros y no tienen donde desfogar.

Y nosotros estamos felices haciéndolo sin perjudicar a nadie, por qué hasta nuestros hijos siguen tranquilos.

Yo : Entonces todo bien.

Cesar : Yo creo qué si, sólo a tu culito lo noto resentido al no dejarte caminar bien.

Yo : Sí, es qué su verga es grande y toma su tiempo acostumbrarme. Pero ésta semana tú me has cachado normal.

Cesar : Pero no has dejado qué te toque el culito.

Yo : Dame tiempo mi amor y después me culearas normal y cuándo quieras.

Ésa semana me fuí al centro a comprar mi lencería.

El domingo que llegó mi sobrino y al verme con ésa ropa en el dormitorio, se le salían los ojos empezando a morderme las piernas.

Se pegaba atrás mío, frente al espejo, haciéndome sentir lo dura qué se le había puesto.

Nos perdió en su radar y pensando qué estaba sólo, me puso con cara a la pared y mirándonos por el espejo nos arrechamos los ...