UNA HISTORIA DIFERENTE. PARTE 2
Fecha: 23/11/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM
Tus Relatos
Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Aquella mañana me levante impaciente, era el primer día con mi Ama, la señora Marga. Apenas había podido dormir, no había dejado de pensar en ella y en sus palabras: “no te aconsejo que me hagas enfadar o provoques porque puedo hacer esta semana para ti una pesadilla “. Repetir y recordar aquellas palabras en mi mente me excitaba. Estaba deseando recibir dolor y humillaciones por parte de Ama Marga. No era consciente de lo estúpido que podía llegar a ser mi plan, provocar a la señora para recibir sus castigos no era una buena idea . No era consciente de lo dura y sádica que podía llegar a ser la señora Marga, ese fue mi gran error, menospreciar su carácter estricto.
Mi señora Marga tenía preparado un traje de mujer de criada para mí. Me indicó que su esclavo vestiría con traje de “chacha “. Me vestí con un traje negro corto hasta los muslos, unas medias de liga y unas pequeñas bragas. El toque final fue unos zapatos de tacón de la señora. Me sentía ridículo y humillado con aquella vestimenta pero a la vez orgulloso porque era lo que seseaba la señora Marga. Me dio un sinfín de instrucciones que debía cumplir, eran labores diarias que debía realizar cuidadosamente. Me explicó detenidamente y con tono alegre cada una de las tareas que debía realizar. La primera parte de mi plan estaba en marcha, desobedecí en multitud de tareas, pretendía enfadar a la señora y así ser castigado por ella, deseaba sentir su dureza hacia mí. Acerté, la señora se enfadó, aunque no como ...
... imaginaba, se armó de paciencia conmigo.
- Eres un estúpido, no eres capaz de realizar tus tareas tal como te han indicado, no sirves para nada… solo para comer bragas - . Me recriminó enfadada pero no me castigo. Me recordó mi nuevo nombre de esclavo, ahora era el “come bragas “debido a nuestros acontecimientos anteriores en donde no paraba de quejarme y tuvo que amordazarme de aquella manera. Yo era conocedor tras su sinceridad que ella adoraba tener a un esclavo inmovilizado y amordazado para castigarle como deseara sin palabra de seguridad.
Quedé algo decepcionado, no había sido castigado por la señora Marga, algo que yo tanto anhelaba y deseaba. Mi comportamiento desobediente continuó aquel día, trataba con educación a mi señora pero siempre encontraba alguna forma de desobedecer y enojarla. Aquel día decidí que no quería comer aquella detestable comida que me correspondía desde que había llegado. Indiqué a mi señora que ya estaba harto de aquellos guisos, deseaba comer algo diferente. Sabía que la señora se enfadaría y me daría de comer ella con sus guantes y la cuchara, algo tremendamente humillante que tanto interés había despertado en mí. La reacción de la señora no fue como yo esperaba:
- Bien, no comas, no hay otra comida - . Se marchó de la cocina. Quedé frustrado, no había conseguido mi objetivo. Algo extraño sucedía a mi señora, su carácter estricto había desaparecido, unos días antes no habría dudado un solo segundo en castigarme. No comprendía aquella ...