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UNA HISTORIA DIFERENTE. PARTE 3.
Fecha: 23/11/2024, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... lo que te vas a encontrar…. Otra semana en castidad te vendrá bien… y si vuelves a suplicar te quito la jaula ……. Te estrujo los huevos hasta quedarte sin ellos y luego será otra semana más - . Sentenció. Me había dejado los suficientemente claro que iba a estar en castidad hasta que ella lo considerase oportuno. Aquel día llegó el paquete que tanto ansiaba la señora Marga. Aquella tarde llegó el mensajero y entregó una caja de cartón a mi señora en la puerta. Mi señora se apresuró a abrir el paquete con su rostro completamente ilusionado. Yo era conocedor de lo que había en el paquete, ya me había informado de ello la señora, aunque no sabía cómo sería aquel objeto. Abrió la caja de cartón y sacó de su interior un arnés de color negro de gran talaje con un pene de goma incrustado. Mi Ama estaba deseando poder follarme y había encargado un arnés especial de su talla para su gran cintura. La señora Marga estaba completamente ilusionada observando el arnés y yo era feliz de verla sonreír. - Prepárate porque le voy a estrenar ahora mismo…. Ve colocándote tu traje de criada…. Quiero follar a mi puta…. – Obedecí y comencé a vestirme con el traje de criada con el que realizaba mis tareas, mis medias de lycra y los zapatos de tacón. Me coloqué mi peluca rubia y obedientemente esperé nuevas instrucciones de mi señora. La señora Marga comenzó a pensar cual sería el mejor lugar para llevar a cabo lo que tenía planeado para mí. Tras pensarlo, se dirigió hacia una mesa ...
... rectangular que había en el salón de su casa. Me ordenó colocarme en un lateral de la mesa. Agarró un manojo de cuerdas y comenzó a atarme mis tobillos a cada pata de la mesa. Mis piernas quedaron sujetas a cada pata de madera de la mesa manteniendo mis piernas bien abiertas. Agarró sus nuevas esposas metálicas y ordenó que colocase mis manos a la espalda. Obedecí pero rápidamente suplique, era conocedor del daño que podían causar sus esposas si las apretaba fuertemente, sentías una gran presión que te dejaba marcadas las muñecas. - Por favor señora no apriete demasiado las esposas – Suplique educadamente. No sirvió de nada. Apretó y cerró las esposas con llave manteniendo mis manos fuertemente sujetas. Ahhhhhh odiaba aquellas esposas, eran terriblemente duras y a mi señora la encantaba apretarlas para aumentar mi sufrimiento. - Ya sabes que no me gusta que mi esclavo se queje… odio las quejas….no vas a decirme lo que debo hacer – Me reprochó. Era conocedor del gusto de mi señora. La encantaba inmovilizar y amordazar a un esclavo para su disfrute sin ser molestada. La inmovilización, mordazas de cinta americana y la indefensión era uno de los puntos que más la excitaban. La señora Marga una vez me inmovilizó en la mesa de madera, comenzó a desnudarse. Se despojó de toda su ropa y quedó completamente desnuda. Adoraba su cuerpo aunque muchos de los lectores no lo puedan entender. Adoraba su voluptuoso cuerpo, tal como he indicado desde el principio de estos relatos era ...