1. UNA HISTORIA DIFERENTE. PARTE 3.


    Fecha: 23/11/2024, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... el pene de goma de la señora me provocaba un dolor fuerte. Inmovilizado y amordazado no opuse la menor resistencia, en silencio aguanté sus embestidas dolorosas una y otra vez. Una lagrima resbalo por mis ojos, el esclavo llorica había comenzado de nuevo a llorar.  
    -	¿Ves porque me gusta inmovilizar y amordazar a mis esclavos…. Así no tengo que aguantar tus quejidos… no eres más que una puta llorona… - La señora Marga continuó penetrándome una y otra vez  hasta que quedó completamente satisfecha y jadeando tras de mí. La encantaba aquel arnés que tenía un pequeño mango que se introducía en su coño a la vez que ella penetraba. 
    
    La señora una vez quedó satisfecha me desató quitando las cuerdas que me ataban a las  patas de la silla. Liberó mis manos soltando las esposas metálicas con la llave que guarda. Restregué mis muñecas por el dolor de las esposas.  Se despojó de su arnés y me lo cedió para que fuera a lavarlo y tenerlo preparado para cuando ella deseara. Me di la vuelta y obedecí para ir a lavar su arnés. Escuché la voz de mi señora tras de mí:
    
    -	Veo que ya tienes el culo recuperado de tu último castigo…. Ya conoces que me gusta que mi esclavo tenga el culo siempre bien marcado con marcas… el viernes por la noche lo dejaré bien marcado como a mí me gusta -  .  La señora cada cierto tiempo me castigaba duramente con su correa o con su látigo corto. Aquel castigo no requería de ninguna desobediencia por mi parte, lo hacía por varios motivos. El primero de ellos ...
    ... era que a la señora le gustaba ver a su esclavo con el culo bien marcado y magullado , rojo y morado, era la forma de expresar su propiedad y que cada vez que me sentase recordara a quien pertenecía. El segundo motivo era por su disfrute, la encantaba azotar a un esclavo hasta dejarlo llorando desconsoladamente de dolor. El tercer motivo era para saciar mi sed masoquista, de esta forma no osaba desobedecer o retarla, tenía el culo tan magullado que no deseaba ser azotado de nuevo y prestaba especial atención a mis normas y labores. 
    
    Después de una semana dura llena de trabajo y clases de refuerzo en mis estudios por fin había llegado el fin de semana. Conocía perfectamente las normas, aquel viernes por la noche debería de acudir a la habitación de la señora Marga. La señora me citó a las 9 en su habitación, a ella la gustaba retirarse a su habitación y leer alguno de sus libros en la cama. Llamé a la puerta de la habitación de la señora y me invitó a pasar con su voz desde el otro lado de la puerta.  Mi piel se erizaba cada vez que contemplaba a mi señora. Estaba tumbada en la cama leyendo un libro vestida provocativamente con un camisón hasta las rodillas. 
    Quizás muchos no entenderán mi atracción por la señora Marga, una vieja mujer que me doblegaba o casi triplicaba en años y sentía una especial adoración por ella. En muchas ocasiones en aquel pequeño pueblo nos confundían como nieto y abuela, nos reíamos  ambos en nuestro interior  porque sabíamos que éramos Ama- ...
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