1. Don Pancho el conserje se cogió a mi hija.


    Fecha: 25/11/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... que yo seria su proxima victima.
    Me fui a la casa y espere a mi hija quien no tardo, durante su estancia yo la veia y no podia creer que esa tierna criatura se hubiera comido semejante animal y menos por atras, Tenia cara de mujer cogida y culeada, yo soy un poco llenita pero mi hija es delgada aunque con bonito cuerpo, cuando se fueron me quede pensando en aquella vergota y al otro dia que todos se fueron a trabajar sali a la hora que el barria el pasillo, iba con una faldita corta que dejaba ver mis torneadas piernas y asi me paro en la escalera, el me vio y descaradamente se paro debajo para verme la piernas y los calzones y yo no hice nada, lo deje que me viera y baje hasta donde estaba el, cuando llegue el volteo para todos lados y me puso una mano en mis nalgas y las apretó, después viendo que no habia nadie metio su mano por debajo de mi faldita y se apodero de mi culo, metió su dedo en mi culito mientras me llevaba hacia su cuarto diciendo:
    
    -“Solo tu me faltabas de coger en este edificio”..
    
    Yo no dije nada, sabía que era de él, sabía lo que me esperaba y así sabiéndolo me dirigí con él a la conserjería.
    
    Con la mano del conserje bajo mi falda apretándome una nalga avancé a su paso hacia la conserjería. Estaba expectante, pues finalmente tendría dentro de mí aquella cosota que había hecho gozar a tantas mujeres y hasta a mi propia hija. Creo que don Pancho también me traía ganas porque una vez dentro de la consejería no dejo de meterme mano por todo el cuerpo. ...
    ... Me bajo la falda hasta los tobillos y la blusa por encima de las chichis, puso ambas manos en mis nalgas para cercarme a su cuerpo e hizo ademán de besarme.
    
    Sumisamente mis labios recibieron los suyos a pesar de que su áspero bigote mal afeitado me raspaba. Su lengua se adentró en mi boca y la exploró casi por completo, la mía se entrelazó con la suya como anudándose.
    
    Luego, don Pancho descendió sus besos por toda mi barbilla y cuello hasta llegar a mis tetas. Subí los brazos para que me quitara la blusa con facilidad y noté como se quedó embobado viéndomelas.
    
    —¿Le gustaron don Pancho?— pregunté
    
    —No manches chiquita, ahora sé de dónde sacó Marisol las suyas; son de las mejores que he visto, bien redonditas, grandes pero firmes y con los pezoncitos parados, pocas viejas las tienen como tú— aseguró don Pancho.
    
    —Ah si, ¿pues a cuantas se las ha visto?— dije cegada por la curiosidad.
    
    —¡Uy! Tetona si te contara, a lo largo de mi vida he trabajado en 4 unidades como esta y ya desde antes le repartía verga a todas las que se me cruzaban jaja. Muy pocas se resistieron a este chile, obviamente ya perdí la cuenta pero me he comido tetas, nalgas y panochas de todos tamaños, formas y colores jaja— dijo don Pancho mientras liberaba su monstruosa verga ante mis ojos. Tan solo verla me excitó sobremanera.
    
    —¿Entonces todas mis vecinas ya probaron su cosota verdad? Desde que llegué los rumores de que se acostaba con varias de ellas venían de todas partes, es un secreto a ...
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