1. Mi esposa me demostró lo vengativas que son las mujeres


    Fecha: 03/12/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Alberto, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... consciente de lo que decía. Ya no lo recordaba hasta ahora que Elena me lo recordó, pero cuando lo dije fue pensando en una visita social y no para acostarse con ella. Trate de razonar con mi esposa y que entendiera que no era ése el tipo de permiso que le di y que supiera lo ofendido que yo estaba, pero mi sorpresa fue mayor.
    Me dice ella-- ”¿Y que vas a hacer ahora? ¿Vas a dejarme porque te traicione según tu? Si eso piensas hacer no hay problema, a fin de cuentas no te casaste conmigo porque me quisieras sino por lo que hicimos. Pero no se te olvide que tú fuiste el que metió a Miguel conmigo en la cama y no yo, a la familia no le va a parecer bien eso. Van a pensar que buscas pretextos para separarte de mi para seguirte viendo con Elia, la señora del restaurante, con la meserita que trabaja con ella y con las mujeres de la casa de huéspedes de enfrente de tu trabajo. Desde hace tiempo que pensaba cobrarte con la misma moneda todo eso, pero no me atrevía; lo bueno es que tú mismo me diste la oportunidad, y que bueno porque me gustó mucho y pienso seguirlo haciendo. Así que tú dirás que hacemos ".
    Me quedé como paralizado con eso que me dijo. Es cierto que en ningún momento le había sido fiel desde que nos casamos, pero como siempre nos pasa a los hombres, creemos que la mujer en casa nunca sabrá nada. ¿Como lo supo mi esposa? Aún no lo se, pero después de una larga plática supe lo ofendida que ella estaba por mi conducta y es que si me había portado muy mal.
    Para ...
    ... empezar, allá en el pueblo, antes de venirnos a la ciudad yo mismo le platique a Elena cosas que hice, puesto que solo éramos amigos. Sucede que siendo yo un adolescente, una señora cuarentona me pidió le hiciera unos trabajos en su casa. Allá en el pueblo, como en muchos otros en ésta región, hay muchas mujeres cuyos maridos emigran al país vecino a trabajar, y ésta señora, de nombre Socorro estaba sóla y me enseñó muchas cosas. No era una belleza, pero era mi primera mujer y estaba yo en la edad de la calentura. Luego ésta misma señora me recomendó con otra igual de sola que ella y me repartía atendiendolas a las dos. ¡Me sentía envidiado por mis amigos! Pero por mi indiscreción se comenzó a rumorar cosas de ellas y me prohibieron volver a visitarlas. Pero en mis calenturas yo quería seguir teniendo sexo, y fue por eso que en una oportunidad hice caer a Elena, aunque éramos solo amigos. Debido a ésto nuestras familias nos casaron y aquí estamos hasta hoy. Elena y el grupito de amigos supieron de esas señoras, pero lo que más le ofendió fue lo que hice después de casados ya aquí en la ciudad.
    Trabajaba yo para una empresa que vende frituras de maíz y papas fritas anunciadas con una carita sonriente. Por mi ruta de reparto pasaba por un pequeño restaurante en un mercado, la dueña era una señora de 33 años en ése tiempo. No muy guapa pero si con un cuerpo excelente y unas caderas de tentación, cuando comencé a llegar a comer ahí, se acababa de separar de su esposo por un disgusto. ...