Mi novio cumple sus fetiches en mí - Relatos Eróticos

Mi novio cumple sus fetiches en mí

... entre jadeos:
L: ¿Por qué estás tan mojadita he?
A: No sé 
L: ¿Te gusta lo que te hago?
A: Se siente muy rico
L: Di que te gusta lo que papi te hace
En mi excitación lo obedecí 
A: Me encanta lo que papi me hace.

Sus dedos en respuesta se metieron entre mis braguitas los sentí acariciar mi vulva.
L: No tienes ni un sólo vello, ¿Por qué?
A: nunca me han salido
L: Que rico mi bebé, más rico así.
Haciendo mis braguitas a un lado, dirigió su cabeza hacía abajo y sentir su lengua acariciarme en mi parte, yo me retorcía era delicioso. Su boca comenzó lento a chupar y lamen, pero a los minutos se volvió intenso, como si fuera lo más delicioso que había probado y se lo quisiera acabar. Yo gemía mucho pues es lo más rico que me han hecho nunca.
Después de unos minutos, senti una oleada de placer que me golpeó fuerte, me hizo tener un gran orgasmo, hasta vi borroso con pequeños destellos de luz...

Cuando recuperé el aliento y la conciencia vi a Luis sobre mí, viendo hacía mi vulva, luego me miraba a los ojos. Su pelvis se meneaba adelante y a trás, estaba frotando su pene por fuera de mi vulva, sentía la fricción, lo caliente de su enorme miembro.
L: Que rica, me encanta lo mojadita que estas, eres una delicia de niña.
Comencé a sentir mucha presión en mi vagina, cada vez más fuerte y pensante.
A: Auusshh, me duele...
Intente levantarme y quitarme, pero Luis con una mano sobre mi pecho me lo impidió.
L: ssshhh, sshhh, tranquila nena, quédate quietecita...
A: ...

... aaauuu, pero me duele, aauussshhh
L: Ssshhhhh, que rica estás mi amor, tan apretadita...
A: aaayyy... Yaaa, por favor, duele...
Luis abrió mucho mis piernas agarrandome fuerte de las piernas y aprovechando mi flexibilidad.
Metió un poco más su pene, yo sentía que ya no podía más...
A: Ya Luis, por favor, me duele mucho, está muy grande.
L: Dime papi
A: ¿Qué?
L: Quiero que a partir de ahora cuando estemos solos te refieras a mí como papi, entendido.
Metió su pene un poco más, lo que me hizo doler más.
A: aaauuuu, sí papi entendí, pero yaa que me duele. No la metas toda por favor...
Luis se rió y me dijo:
L: Apenas va la mitad pequeña, tienes que aguantar un poco más.
A: Aayyy nooo pues ya no más, ya no cabe.
Luis comenzó a sacarla muy lento, luego volvía a meterla hasta donde podía, después de varías metidas y sacadas comencé a sentir muy rico. Luis me veía con una cara de pervertido que no conocía.
L: Te estoy estrenando mi niña, estoy desvirgandote y lo estoy disfrutando mucho, que rico tenerte así.
Yo sólo gemía y respondía con un «sí papi» a todo lo que decía, ni siquiera me fije cuando me preguntó:
L: ¿Lista para que te la meta completa?
A: sí papi...
Reaccioné cuando sentí de nuevo la presión en mi vagina.
A: no, espera nooo...
Con una mano tapó mi boca y con la otra me sujetaba de la cintura, me dió una fuerte embestida con la que sentí que algo dentro de mi se rompía, como si me hubieran dado un golpe que me sacara el aire. Lágrimas comenzaron a salir ...