Mi novio cumple sus fetiches en mí - Relatos Eróticos

Mi novio cumple sus fetiches en mí

... de mis ojos. Luego de unos minutos el dolor disminuyó mucho y me calmé.
Luis comenzó a moverse lento, metiendo y sacandola casi toda. De a poco empecé a disfrutar de nuevo sentí rico.
L: Que rica niña, tan apretadita, es una delicia metertela, no sabes las ganas que tenía de empalarte así, me encanta ser tu papi, que rico cogerte... Di que te gusta como te la mete papi...
A: aaayyy, papi, me encanta como me la metes, que rico papi...
L: ¿ya viste como se te nota en el vientre hasta dónde te llega mi verga?

Me enderece un poco para ver y era cierto, en mi vientre se notaba el bulto de como llegaba a mi ombligo por dentro de mi piel, yo me asusté y el al ver mi carita comenzó a darme más rápido y duro:
L: ¿Qué pasa mi niña? Que rica carita de asustada haces, me pones más caliente, hasta me dan ganas de reventarte a cogidas.

Mis ojos se abrieron como platos por el miedo de escucharlo decir eso, apenas me estaba acostumbrando a su tamaño.
A: Nooo, no papi, no me lo hagas más fuerte por favor.
L: Oohhh siiii, mira que rica carita haces, claro que te la voy a dejar ir más fuerte, te la voy a dejar bien encajada al fondo... (Todo eso me lo dijo con cara de perverso)
A: Noo papi, aayyy, despacito por favor, papi.
Sus embestidas aumentaron de ritmo y fuerza ignorando mis súplicas, me empezó a doler otra vez...
A: aayyy papi, me duele, la tienes muy grande, duele mucho, yaaa papi ...

... aaayyy...
Luis si dejar de darme así de duro y fuerte acercó su boca a mi carita y lamía mis mejillas y orejita mientras decía:
L: Dices que no, pero que rico aguantas mi verga, me encanta cogerte así, eres una nena muy puta, ¡¡toma chiquita, sienteme bien adentro, te va terminar gustando que te deje bien reventada, toma bebé, siente como te topa!!
Y sii se sentía que topaba y me dolía, pero al mismo tiempo me tenía como loca de la excitación, me gustaba como me sometía y me penetraba. Gritos inundaban mi boca mientras Luis me cogia como poseído tan duro, fuerte y profundo como podía.
Mi cuerpo sólo recibía su miembro e intentaba aguantar lo brusco de sus movimientos, luego de unos minutos se puso más violento aún y comencé a sentir muy caliente dentro de mi vagina, después de a poco lo sentí darme más despacio y luego se quedo quieto dentro de mí respirando muy agitado, luego de a poquito la sacó, me veía con esos ojos de loco, que me asustaban y me excitaban, yo estaba exhausta pero lo vi tomarme una foto desde arriba con las piernas vien abiertas.
Él se levantó y fue al baño, después regresó y con toallitas humedas limpió mi vulva, lo sentí quitarme mis braguitas y nunca me las devolvió.

Se recostó a mi lado y me abrazó, antes de quedarme dormida lo escuche decirme:
L: Ahora eres mía, a partir de ahora te puedo hacer esto cuantas veces quiera y donde quiera, ¿Entendiste?
A: Sí, papi.