Relatos eróticos esposos cómplices cap 148 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 148

CONTINUACIÓN 

Hola, soy Paola y hoy voy a culminar de contarles mi relato qué inicié en el cap anterior 147.

Regresando cansados comenzamos a bajar todos los encargos, las compras y las maletas del auto, separando las cosas para la lavandería y las frutas y víveres a la cocina.

Agotados nos fuimos a bañar y luego subimos al auto para irnos a cenar a la calle.

En el restaurant me dí cuenta qué mi hijo me miraba mucho las piernas y las tetas. Cuando se cruzaron nuestras miradas,  se ruborizó y para confirmarlo use mi rabillo del ojo y era cierto, no me equivoqué.

Un poco incómoda por qué nunca lo había hecho y más preocupada, por qué su papá podía darse cuenta y se arma el revuelo y no sabía cómo decírselo.

Terminando nos regresamos a casa y llegando cada uno se fué a su cuarto para preparar sus cosas para irse a estudiar el día siguiente.

Por mi parte puse en orden mi cocina y avancé algo del desayuno y la comida esperando un momento tranquilo, para hablar con mi hijo, pero no lo hubo, por que mi esposo estaba por todos lados.

Hasta que llegó la hora de dormir y mi esposo se echó en la cama viendo televisión, aproveché para hablar con mi hijo en su cuarto a solas.

Yo : Hijo, dime qué te pasa, por qué me estás mirando así, si tú nunca lo hiciste ?

Hijo : No sé mamá, para empezar hasta hoy no puedo creer que yo te haya cachado, por qué nunca te Vi mujer, te Vi sólo como mi madre. Al hacerlo no pensé lo rico que es, estar dentro de tí. Y ahora más ...

... tranquilo veo tu cuerpo y nunca pensé que detrás de la fachada de mamá, se esconde un verdadero mujerón y es por éso que te quiero contemplar más, para ver bien lo qué me he comido. Disculpa la franqueza.

Yo : Está bien hijo, solo me estás hablando con la confianza que siempre les he pedido, pero te pido por favor yá no me sigas mirando así, tu padre es tan celoso que se puede molestar si se da cuenta.
No creas hijo, a mí también me parece imposible de creer lo que hemos hecho. Un día escuché algo así y de pensar que un hijo me cachara me dió nauseas, pero vez las cosas cambian y ahora pienso qué es lo más rico que una madre pueda gozar. Ahora duerme tranquilo yá encontraremos un espacio para hacer con nosotros lo qué queramos, pero por favor yá no me sigas mirando así. Yá les contastes a tus hermanos ?

Hijo : Ahora les voy a contar.

Yo : Cuéntales, pero diles qué será uno de nuestros secretos de cuatro y qué en cualquier momento nos reunimos para conversar.

Luego me despedí de los otros dos para irme a descansar con mi esposo.

Me eché a su lado, pero no veía tele, si no que comencé a pensar de lo qué había hecho y de lo qué pensaba hacer.

Está bien lo qué hice ésa noche con mi hijo ?

No sé y es tema tan delicado y tan íntimo, qué es mejor que nadie lo sepa.
Estaba tan desesperado necesitando desfogar y por miedo a su padre no podía hacerlo, pero tenía su verga a punto de explotar por una mujer y ahí estaba yo. Creo que sí está bien lo qué hice, lo dejé ...