El despertar sexual de mi novia - PARTE 1
Fecha: 26/12/2024,
Categorías:
Primera Vez
Tus Relatos
Autor: amante89, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... un momento crucial.
Ella asintió, un rubor profundo cubría su rostro. "Nunca he visto uno. Ni siquiera... nunca he tocado uno."
Su honestidad me embargó de emoción. Tomé su mano y la acerqué lentamente a mi miembro. Su piel era suave, y cuando su dedo rozó el glande, noté cómo ella se estremecía. Se retiró rápidamente, como si le hubiera quemado, pero luego volvió a acercarse, esta vez con más confianza.
"Es... diferente", susurró mientras jugaba con mi prepucio, desplazándolo hacia arriba y hacia abajo como si estuviera experimentando algo completamente nuevo. La cantidad de precum que emanaba mi miembro le facilitaba la tarea. Se detuvo a contemplarlo, a tocar mis testículos con curiosidad. Me apretaba mi miembro “Se siente muy duro y caliente” mencionó. Yo aceptaba maravillado sus tímidas y curiosas caricias que me estimulaban.
Con cada movimiento, su timidez se iba disipando. Cuando finalmente me atreví a proponerle que le quitara su panti, ella asintió, aunque con mucha reserva. Era el primer hombre en mirarla desnuda, y lo sabía. Todo su cuerpo parecía estar en alerta, sus nalgas eran perfectas, redondeadas y firmes, mientras que su pubis estaba completamente cubierto de vello, un lugar jamás explorado.
La besé en los labios, intentando transmitirle toda la ternura que sentía. Nos acercamos más, y sentí cómo mi erección se presionaba contra su abdomen. Sus manos buscaron mi espalda, aferrándome con fuerza. Pasé mi mano por su cadera hasta llegar a su ...
... nalga ya desnuda, la apreté y continué deslizándome hasta su vagina. Noté que estaba húmeda, y su respiración se hizo más agitada y dio un ligero brinco.
"¿Qué... qué haces?", susurró mientras yo pasaba un dedo suavemente sobre sus labios.
"Explorándote", respondí, y continué avanzando con cautela.
Bajé de nuevo, esta vez hacia sus pechos, lamí uno de sus pezones mientras sentía cómo sus piernas temblaban ligeramente. Luego, me dirigí a su vagina, besándola con ternura. Pasé mi lengua por su vulva, notando su sabor y textura, y ella emitió un gemido que llenó la habitación.
Me atreví a buscar su clítoris, pasando mi lengua por esa zona sensible. Ella se estremeció, su respiración se aceleró mientras yo aumentaba el ritmo, recorriendo todos los contornos de su intimidad. Era el primero en explorar ese lugar tan sagrado y desconocido para ella.
"¡Dios...!", suspiró entrecortadamente, "eso... eso duele un poco..."
"No te preocupes", le dije tranquilizándola, pero su respuesta no fue lo que esperaba. De repente, ella se levantó de golpe, su expresión cambió completamente.
"Quiero parar", dijo con firmeza, "no estoy lista para esto."
Nos sentamos en la cama, ambos un poco desconcertados por lo ocurrido. Ella estaba vestida con su ropa interior, mientras yo seguía desnudo, con mi erección apenas contenida. La habitación estaba llena de una tensión sexual que no lograba disipar, pero también había un respiro de entendimiento mutuo.
"No te preocupes", le dije ...