El despertar sexual de mi novia - PARTE 1
Fecha: 26/12/2024,
Categorías:
Primera Vez
Tus Relatos
Autor: amante89, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... increíble."
Retrocedí un poco, dejando que mis dedos descansaran momentáneamente antes de comenzar nuevamente, esta vez dirigiéndome hacia sus manos. Tomé una de sus manos en la mía, acariciando sus dedos uno por uno antes de pasar mis pulgares por la palma de su mano, buscando puntos de tensión.
"¿Te gusta esto?", le pregunté, notando cómo su expresión se suavizaba con cada movimiento.
"Sí... mucho", respondió casi en un susurro, "me haces sentir tan cómoda."
Con su permiso asegurado, decidí avanzar un poco más, llevándola a un nivel de intimidad que no habíamos alcanzado antes. Moví mis manos más allá de sus brazos, pasando hacia sus costillas, acariciando suavemente la zona. Ella se encogió un poco, pero luego se dejó llevar por el placer, soltando otro gemido.
"¡Ah...!, eso duele un poco menos que antes."
"Bien," le respondí, aumentando ligeramente la presión para garantizar que todos los nudos de tensión fueran liberados. "Ahora, déjame ver si puedo encontrar más áreas que necesiten atención."
Mi siguiente destino eran sus caderas. Eran una de las características más llamativas de su cuerpo, y estaba emocionado por tocarlas, aunque también bastante nervioso. Sabía que ese era un lugar delicado, pero también creía que podría ser una fuente de gran placer.
Moví mis manos hacia abajo, pasando por su cintura hasta llegar a sus caderas. Ella se tensó un poco, pero no protestó. En cambio, cerró los ojos y siguió respirando profundamente, confiando en ...
... mi guía.
"¿Estás segura?", le pregunté, asegurándome de que estuviera completamente cómoda.
"Sí... sigue."
Tomé un respiro profundo y comencé a acariciar suavemente sus caderas, primero con la yema de mis dedos y luego con la palma de mis manos. Iba y venía, buscando cada curva y cada relieve. Ella emitió un gemido ligero, indicando que estaba disfrutando del masaje.
"¡Ah...!, eso es... eso es bueno."
"Estoy contento de saberlo," le contesté, aumentando un poco la presión para asegurarme de que su cuerpo estuviera totalmente relajado. "Ahora, déjame ver si puedo llevar esto un poco más allá."
Mi siguiente paso fue dirigirme hacia sus piernas. Era una zona sensible, pero también una que sabía que podría traerle una gran cantidad de placer. Las recorrí con ambas manos, primero la derecha, luego la izquierda, acariciándolas con una ligera presión desde sus rodillas hasta arriba de sus muslos, rozando apenas su sexo que aun emanaba calor. Cuando lo hacía, daba un ligero suspiro.
Continue descendiendo, quería recorrer cada centímetro de su cuerpo, lo disfrutaba, lo deseaba. Así llegué a sus pies, delicados, pequeños y hermosos. Llevaba una manicura color rojo que resaltaba en la tonalidad de su piel. Los acaricié uno a uno, recorriendo la planta de sus pies y luego cada dedo, sintiendo lo pequeños y frágiles que eran en mi mano. No lo resistí, levanté su pie derecho y lo acerqué a mi cara, sentí su olor, un aroma embriagante para mis sentidos, causándome que ...