Domesticada anal 2 - Relatos Eróticos

Domesticada anal 2

... dolor horrible, brinque hacia enfrente pero el me tenía bien agarrada de las caderas y no me dejó ir.
-Ay ay compadre ya no
Le gritaba mientras el con una mano empujaba su verga más adentro de mi culo.
-ay ay compadre me está reventado, me duele su vergota.
El me seguía dando suave pero cada vez más profundo, hasta que llegó al tope y me la dejo ahí, bien adentro, comenzó a frotar mi clítoris y a pellizcar mis pezones para distraerme, pero yo sentía un ardor en la cola que nunca había sentido, hasta que empezó a bombearme otra vez, despacito, solo movía sus caderas con su miembro enterrado en su totalidad en mi culo y mis nalgas como amortiguador de sus embates, sentía dolor y ardor pero de pronto comencé a sentir como se dibujaba un anillo de placer al rededor de su verga, con cada embate y movimiento ese ardor se convertirá en placer, comencé a sentir como de ese anillo de placer una oleada de sensaciones recorría mi cuerpo, desde mi culo hasta mi pecho y más arriba, el comenzó a penetrarme más rápido y más fuerte y me puse de gritona.
-ay ay compadre me estás destrozando el culo, mi esposo se va a dar cuenta, me vas a a dejar bien abierta...mi amor!
-verdad que te gusta? Dime señor
Me decía mientras me cogía, y me daba más duro para hacerne hacer o decirle lo que quisiera
-si mi amor, me gusta, me gusta, nunca había probado esto.
-quien es mi zorra?
-ay ay mi amor, yo, soy soy
-de aquí en adelante cada que venga me vas a recibir con una tanguita nueva, me la voy a llevar con tu aroma a mujer recién cogida, para venir a verte otra vez con ganas de reventarte esté hermoso culo.
Y de ahí en adelante el viene casi todos los jueves a verme y ahora mi culo está domesticado y bien adaptado a su hermoso miembro, ya no me duele, pero me sigue haciendo gritar y me deja esa sensación de tenerlo adentro durante los días siguientes, esperando su llegada.