1. Fermín el casero perverso


    Fecha: 11/01/2025, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Vas a venir aquí bien arregladita y perfumadita una vez al mes, te haré saber la fecha exacta, y si no puedes por enfermedad o babosadas así el siguiente mes te cojo doble. No te tengo que reiterar lo que pasará si no te presentas cuando te lo ordene ¿verdad?—
    
    —No amo, p… pero va a usar condón verdad— inquirió la mujer.
    
    —jajaja, claro que no chiquita eso es de maricones, te prometo que no he pescado ninguna enfermedad a pesar de todos los culitos que me he comido, por eso ni me le acercó a las mezquinas que seguro ya traen mil bichos. De ahí que prefiera vírgenes o casadas, con ellas sí puedo garantizar mi salud jaja. Y además, te recuerdo que a partir de hoy eres mi nueva mujer y como tal vas a recibir mis mecos bien adentro de tu panochita mi amor, haz de cuenta que es nuestra noche de bodas jaja—
    
    —N… no por favor señor… digo amo, si aún hay algo de humanidad en usted le ruego que no me haga esto. Haré todo lo que quiera menos…—
    
    —Shhhhh, déjate de fruslerías, calla de una bendita vez.—El hombre se levantó, desamarró el cordón del pants y se lo quitó rápidamente, en su bóxer había una abertura central por donde sacó su verga con todo y tanates. La mujer miró aquella verga con desprecio y como conteniendo las arcadas que le hacía sentir. —Mirala bien mi reina porque a partir de ahora te debes llevar muy bien con ella, se llama la corneadora y te advierto que es muy juguetona, le gusta meterse en agujeros húmedos y calientitos para darse de maromas en ellos hasta ...
    ... vaciar toda la lechita que carga, dime ¿crees que puedas ayudarlo?—
    
    —S…Sí—
    
    —Maravilloso, ¿no te parece linda?, acariciala sin miedo, a la corneadora le gusta sentir piel nueva— la mujer estaba estática, Fermín sujeto una muñeca de la mujer y le dirigió la mano a su verga, enseguida hizo lo mismo con la otra y ella a regañadientes comenzó a masturbarlo.
    
    Fermín esbozó una sonrisa diabólica y se ensalivó algunos dedos de la mano, los cuales llevó a la entrepierna de la mujer comenzando a frotarle la vulva entera, dado que la mujer no estaba lubricando por razones obvias Fermín trataba de humedecerle la panocha lo mejor que pudiera, quizá para que no sufriera tanto la penetración, debía ser la exigua humanidad que le quedaba.
    
    —Mmm, mira lo que encontré corneadora, un agujero hermoso, bien suavecito y poco peludo, de los que más te gustan ¿quieres ver si también está lindo por dentro?— decía Fermín como demente mientras uno de sus dedos ya exploraba el interior de la mujer, quien hacía lo posible por frenar sus impulsos violentos.
    
    Fermín se desplazó a una esquina de la habitación donde retiró una manta que cubría algún tipo de enser. —Acuéstate en el potro rojo que ves ahí y abréme bien las patas— la mujer caminó lentamente a un potro del amor recubierto de terciopelo rojo que para colmo tenía dispersas una que otra mancha de semen y ve tú a saber que otros fluidos de usos anteriores. Se recostó supina y quedó en perfecta posición para un misionero, Fermín se acercó ...
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