1. Fermín el casero perverso


    Fecha: 11/01/2025, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la de un crápula inhumano que hasta a mí me aterrorizó. Esto pasó al instante que las tetas de la mujer se balancearon grácilmente al jalarle la blusa por arriba. Con un movimiento veloz, Fermín rompió la endeble tela que unía las copas del brasier sin tirantes, lo que agitó un poco al par de senos redondos y bien formados que la mujer poseía, quizá levemente caídos por haber amamantado dos hijos. Fermín las trató igual a las de mamá, ensalivándolas por completo y mordisqueandole los pezones. La mujer solo cerraba los ojos y reprimía sus quejidos.
    
    Luego, ya sin ningún pudor las manos de Fermín se fueron directo a las nalgas de la mujer, las metió debajo de su pantalón de mezclilla para poder sobárselas con fruición.
    
    —Quítate los zapatos y los calcetines mi amor; tranquila una vecina me acaba de trapear el piso jaja— ordenó Fermín. La mujer sin decir una palabra y con algunas lágrimas descendiendo por sus pómulos, se desamarró los tenis de suela gruesa y se los quitó con todo y calcetín. Una vez descalza, Fermín  se puso en cuclillas de modo que su cara quedó a la altura del culo de la mujer. Le desabrocho el pantalón y le bajó el cierre lentamente. Luego con ambas manos empezó a bajarlo, revelando poco a poco una braga brasileña blanca que era ya lo único que protegía la total desnudez de la mujer contra aquél depravado.
    
    Fermín siguió bajando el pantalón hasta que la mujer por sí sola alzó las piernas para facilitarle la tarea. Ya con total libertad Fermín le ...
    ... manoseaba las piernas, le toqueteó hasta las plantas de los pies como si un médico examinara a su paciente. Naturalmente, puso más atención en el culo, primero llenándole las nalgas de besos y chupetones, luego dándole suaves nalgadas de modo que las pompas se zangolotearan mucho.
    
    Más pronto que tarde Fermín sujetó el elástico de las bragas con ambas manos y comenzó a retirarlas lentamente. Cuando el ano de la mujer estaba a punto de quedar descubierto, ella instintivamente apretó las nalgas y movió avante las caderas para proteger sus agujeros. 
    
    —Y sigues de rejega chingao, ya estás toda encuerada y aun así te da pena enseñarme tus hoyos, no mames jaja. Párame bien el culo y quédate quietecita, no lo quiero repetir eh— La mujer nuevamente hizo un doloroso gesto de resignación y arqueó un poco la espalda para poner el culo en pompa.
    
    Fermín continuó bajando las bragas, lo que dejó a la intemperie un ano que lucía estrechisimo, ligeramente más moreno que el resto del cuerpo y una vulva de labios gruesos en forma de tulipán con escasos vellos en el monte de venus.
    
    —Mmm, mamita rica mira nomás qué bonita panocha te cargas— decía Fermín lujuriosamente mientras acariciaba con devoción la vulva y el clítoris, luego escupió sobre sus dedos y le embarró toda la vulva de saliva, dejandole viscosos hasta los vellos.
    
    —Pues mira mi reina cómo hoy te estreno solo te la voy a meter en la panocha, otro día me vas a dar unas mamadas y más tarde te voy a perforar bien rico el chiquito. ...
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