1. EL REGRESO


    Fecha: 09/08/2017, Categorías: Incesto Autor: Barquidas, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuarto supe que esa noche me harías mujer, tu mujer… Y lo deseé ansiosa… Te deseé, Sergio, te deseaba con todo mi corazón… Porque yo también te amo a ti, mi vida, mi amor… Lo que más me dolió fue eso, que me tomaras así, con ese salvajismo, esa brutalidad, donde ni resquicio de amor, de cariño había… Me desgarraste mucho más el alma que la carne, cariño mío. Sergio le explicó que aquella noche le había vuelto loco de celos con la “paliza” que, ante sus propios ojos, se estaba dando con el Fabián de las narices y que el diablo confundiera. Por eso quiso vengarse de ella… Pero al final se dio cuenta de la monstruosidad que acababa de cometer… Demasiado tarde, claro. Desde entonces eso le dolía en el alma, haber causado tanto daño al ser que él más adoraba… Pero eso ya no tenía remedio… La había perdido por su locura… Castigo mayor para su crimen no lo había… Claudia le escuchó en silencio. Recordaba perfectamente la “paliza” con Fabián, como también recordaba las miradas de su hermano, sus ojos, pero sobre todo su rostro, progresivamente desencajado, contraído, por los celos tan tremendos que le asaltaban. Le recordaba con el dolor, el intenso sufrimiento, reflejado en su rostro desfigurado por la ira, la rabia de los celos… Y recordaba que cuanto más celoso y dolorido le veía ella más disfrutaba… Aquella noche fue la única vez que eyaculó sin que sus propios deditos intervinieran al efecto, pues las “atenciones” que su novio, el Fabián, le dedicaba nunca habían logrado ...
    ... llevarla a suficiente altura para hacerla eyacular de gusto. Miraba a su hermano, le veía rojo de la ira despertada por los celos y entonces se recreaba más y más en lo que a Fabián le estaba haciendo, pensando, diciéndole sin palabras: “Mira lo que sé hacer hermanito. Mira lo que podría hacerte a ti si tú lo quisieras; si tú me quisieras, me amaras como yo te amo a ti”. E hizo lo que nunca antes hiciera, lo que siempre antes le había negado al Fabián, a su novio oficial: Dar paso franco a su miembro dentro de la boca de ella, masturbándole así hasta que él, el Fabián, se vino en la femenina boca. Ella esa vez no sintió asco del semen que acababa de inundar su cavidad bucal pues toda la venida, casi toda al menos, se la tragó sin mayor problema. Pero en su realidad, en la mente de ella, no era el miembro de Fabián lo que llenaba su boca ni su semen el que la inundó, sino el miembro y los fluidos de Sergio, de su hermano… Esa noche, el ver así a su hermano, fue decisivo en su devenir posterior, pues allí y entonces decidió que su vida futura sólo podría ser junto a él. Eso, de momento Sergio no lo supo; fue luego, más tarde, cuando Claudia se lo confesó, entre besos y caricias, a su hermano. Quizás pueda parecer que el tiempo que pasó ensimismada en sus pensamientos fuera prolongado, pero tal cosa más lejana de la verdad no podría estar, pues realmente apenas si transcurrieron unos pocos instantes. Durante todo el tiempo que duró, primero las explicaciones de Sergio, luego el ...
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