Relatos eróticos esposos cómplices cap 166 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 166

... ?

Yo : No hijita, la concha se adapta a la verga de turno y en unas horas vuelve a cerrarse y queda en su estado normal.

Hija : Éso me dijo mi amiga, pero yo no le creía. Tú creés que uno de éstos días me lo puedas meter.

Me quedé callado pensando qué éso sería llegar demasiado lejos entre un padre y una hija.

Hija : Papá, qué pasa. No me ves atractiva?

Yo : Hija, es que no cabe en mi cabeza estar contigo. Lo pensé días atrás y mis recuerdos contigo son cuando eras una bebé, con una conchita chiquita y coloradita y me veo como un ser abominable.

Hija : Ay papá, ya crecí y mi concha también, que puede soportar a cualquier hombre grande.

Yo : No sé hijita.

Hija : Mira papá, la realidad es que tú necesitas una mujer y yo necesito un hombre. Si no lo hacemos entre nosotros, cada uno buscará a un extraño.

Me quedé pensando y mi hija tenía razón y éso podía ser peligroso. En cambió si lo hacemos entre nosotros no tendremos ésa clase de peligros y sería más seguro hacerlo en casa.

Yo : Y cómo lo haríamos ?

Hija : Déjame verlo y yo te paso la voz. Tiene que ser un día después que él me cache, por que lo hace cada 3:dias. Y no te preocupes, yo veré cómo te excito para que me lo hagas rico.

A los 15 días me dijo que me prepare para hacerlo en un par de días, apenas se vaya su marido.

El día acordado entró a mi cuarto en lencería negra y maquillada como puta

Al verla se me puso dura la verga, que al darse cuenta se alegró, bailando exóticamente ...

... que me hizo olvidar que era mi hija.

Me dió un beso en la boca y luego se puso a mamar mi verga.

Yo ; Hija, estás linda. Dime te estás cuidando  ?

Hija : Si papá, no te preocupes.

Yo : Cuánto mide la verga de tu marido

Hija : Será unos 7 Cms.

Yo ; Entonces la mía te vá a doler.

Hija : Lo sé papá y lo necesito.

La eché en la cama y me transforme, metiendo lengua por todos sus huecos haciéndola saltar y después de mamar sus tetas la coloqué en misionero.

Empujé y suavemente se lo fuí metiendo, encontrando resistencia mientras avanzaba, manifestándose en sus lamentos, gritos, lágrimas y maldiciones. 

Hija : Ayyyyyyy Ouchhhhhhhhhhh cómo duele maldición Ayyyyyyy Uffff No no puede ser me muero Ayyyyyyy 

Yo ; Hija, te lo saco ?

Hija : Papá Ayyyyyyy no me ouchhhhhh
hagas caso Ayyyyyy papá cómo duele Ayyyyyyy a tí no te Ouchhhhhn no te duele ? Ayyyyyy Ouchhhhhn

Yo ; No hijita. Aguanta yá falta poco.

Hija : Ayuyyyyyyyyyyyyyy ya no aguanto Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyymemuero.

Yo : Hija, yá lo tienes todo adentro.

Hija : Qué delicia papá. Ugfff

Yo ; Ahora aguanta que me voy a mover, para llenar tu conchita con mi leche.

Hija : Ok papá, déjame bastante leche.

Me moví tanto y con el gusto me olvidé que era mi hija a la qué estaba clavando, hasta que solté toda mi leche y con mis últimas estocadas le dejé hasta mi última gota.

Le di un beso y me eché a un lado a descansar. Prácticamente la rompí por que sentí crujir su piel.

Ella ...