¡VOLVER A LOS 17! 5 - Relatos Eróticos

¡VOLVER A LOS 17! 5

... un terremoto, los martes, miércoles y viernes, además de sábado y domingo, lo dedicaré totalmente a la escuela! ¡Pavada de decisión! Pero duró, ¡por lo menos dos semanas!
	¡Culpa de mi madre! Iba a hacer un dichoso “mandado…” ¡En la puerta del jardín de la abuela de Kirky estaba la abuela y la mamá! ¡Las dos me recibieron con los brazos abiertos! ¡Y me llenaron de besos! ¡Sobre todo Martina!
-¡Tesoro! ¡Te extraño un montón…, sin hablar como se desespera Kirky! - ¡Pavada de comentario! Martina se inclinó hacia mi oído. – ¡Kirky se siente “vacía”!
(Por las dudas, si alguno no se ubica: ¡en aquella época no había celulares!)
Mi cerebro se dio vuelta y se retorció: ¡está “vacía”!
-¡El lunes voy, señora, se lo juro! – No sabía si eso sería posible, pero algo había que prometer.
-¡Y no me llamés “señora”! ¡Para vos soy “Martina” y basta!
-Si…, Martina…, lo siente mucho…, que se yo, me parece que le falto es respeto…
-¡Jajaja! ¡Sos un pícaro vago! Vení para acá… Perdoná mamá, luego te digo… - Le habló a su madre y se alejó conmigo. 
	Martina me hizo entrar al jardín y me llevó a unos tres metros de la mamá.
-¿Hablás de respeto, atorrante? - ¡Menos mal que sonreía! ¡Sino me hubiera cagado encima! - ¡No te hagás el gil! ¿Cuánto hace qué te cogés a mi hija? ¿Me pediste permiso, acaso?
	No sabía qué carajo decir…
-Mirá…, pícaro y guapetón… ¡Jajaja! – Me habla al oído. – Mi hija está loca por vos, de nada valdría que le prohíba que estén juntos…, lo haría igual, a ...

... escondidas…, y eso sería peor. ¿La cuidás? ¿Tenés cuidado de no hacerle daño?
-¡Todo el cuidado del mundo! - ¡Entonces me di cuenta que metí la pata! ¡No tendría ninguna chance de negar…
-¡Jajaja! ¿Qué cosas le hacés en la que tenés mucho cuidado?
-¡Y… siiii…! Bueno…, cuando jugamos…
-¿Y a qué juegan, turrito? ¡Jajaja! Vení, no me digás nada… Kirky me dijo a lo que juegan…
-¿Le dijo? – Me temblaban las piernas.
-Si, la convencí de que no la iba a castigar… ¡Y está inmensamente feliz! Ella me lo dijo. ¡Jajaja! Lo reconoce…, a la putita de mi hija le encanta abrirse de piernas para vos. Dice que lo hacés muy rico y que sos muy dulce…
-Jamás quise hacerle daño… - En realidad fue Kirky quien me ofreció la posibilidad de cogerla cuando se inclinó sobre el lavarropas presentándome el culo…, pero eso no se lo voy a decir a la mamá… - Sé que soy grande…, pero… me gusta tanto…, es tan dulce…, la quiero muchísimo…, me gustaría tenerla siempre a mi lado…
-Mi amorcito, no se lo voy a prohibir, solamente pretendo que no le hagas daño…, y no te olvidés que en algún momento va a tener la menstruación… ¿Está claro? – Me llamó la atención su cariñoso “amorcito”. – Yo te quiero mucho Dani, y estoy muy contenta que te guste estar con mi nena, y a ella también. Te lo dije, a ella le gustás muchísimo… y a mí también… ¡Con Kirky estamos de acuerdo que sos muy dulce!
-Gracias… Martina…, me pone muy contento…
-Quiero que cuando estés conmigo, siempre estés contento… ¿si?
-Si, claro, con usted ...