VOLVIENDO AL BARRIO - Relatos Eróticos

VOLVIENDO AL BARRIO

-¡Ay papito! ¡Qué rico es coger con vos! – Kirky estaba acostada de costado (“decúbito lateral” para ser científico). Yo también…, pero justo atrás, con la pija, si bien exhausta, tibia y húmeda…, latiendo levemente entre sus glúteos.
	Nos habíamos reencontrado 25 años después… Me fui del barrio y de mi ciudad, para estudiar en la universidad una carrera que en mi localidad no había…
	Y…, si…, fue una verdadera pelotudez irme…, pero no sabía que lo que pretendía sería imposible…, y al fin volví…, pero a Kirky la reencontré en un pequeño y familiar restaurante en un pueblo turístico de la playa. ¡Esto es lo de menos!
	¡Seguía siendo tan increíblemente ardiente como 25 años antes…, y me lo estaba demostrando ocho horas después de vernos nuevamente, luego de tanto tiempo…
	Esa noche estábamos cogiendo en el hotel de una localidad vecina…, para evitar demasiados chimentos… En cuanto entramos al hotel, nos fuimos besando hasta la habitación. Cuando le retiré el vestido, quedó con la tanga rosada, igual que el corpiño, y se sentó en el borde de la cama. Me paré frente a ella, y me bajó el cierre de la bragueta. Metió la mano y me tomó la pija, totalmente erecta. Retirarla costó bastante, pero no dejó de intentarlo, hasta que la tuvo en la boca, casi hasta el fondo, aunque de la pija quedó algo así como un tercio afuera, la medida justa para que pueda mantener una mano sobre el tronco y pajearme, al tiempo de sopesar los testículos. Alternaba la mamaba, llevando su húmeda y ...

... cálida lengua desde el glande a los testículos. EL glande lo debería tener casi en la garganta, por lo cual por momentos tenia arcadas. 
	Mientras me sacaba la remera, trataba de desabrocharle el corpiño. ¡Imposible! ¿Te acordás que decían que Reagan no podía mascar chicle y cruzar la calle al mismo tiempo? Bien, no puede desnudarse uno mismo y desabrochar un corpiño al mismo tiempo… ¡Mucho menos si te están mamando la pija! 
	¡Estaba desesperado por tener sus maravillosas tetas a la vista! ¡Quería “comerme” los pezones! 
	¡Al fin lo logré! ¡Tan hermosas! ¡Amplias y bellas areolas! ¡Tan bellos y erguidos pezones! A mi pesar tuve que optar. Saqué la pija de su boca y me arrodillé. Fui a los pezones. Kirky casi “aúlla” cuando me los metí en la boca. Varios minutos alternando ambos entre mis labios. Al fin, me agaché y sin dejar de amasarlos con las manos, fui a chupar y lamer la concha.
-¡Ay papito! ¡Me matás de placer! – Kirky se acostó de espaldas, con las piernas colgando en el lateral de la cama. - ¡Hijo de puta! ¡Seguro le hiciste esto a las maestras para que te ofrecieran las alumnas!
-¡Bueeee…, mi amor… ¡Algo parecido! ¡Pero tené en cuenta que vos sos única! ¡No tenés competencia! ¡Jajaja!
-¡Siiii! ¡Acá, ahora, en la cama! ¿Pero a cuantas te cogés cuando andás por ahí…?
-A todas las posibles…, pero… si estoy con vos…, solo sos vos…
-¡Ahora! ¿Y cuándo estabas con Camila, Gloria, Sandra…?
-Éramos chicos…, ¡y vos también lo disfrutabas!
-¡Jajaja! ¡Es cierto! ¡El orto ...