1. Secreto a cuatro voces 3: Los dos hoteles


    Fecha: 24/12/2018, Categorías: Primera Vez Autor: Sirena y Triton, Fuente: CuentoRelatos

    ... una mujer en la cama debajo de una sábana. Evidentemente reconoció el perfume de Carolina.
    
    Se metió al baño y se quitó toda la ropa. Se colocó perfume y se dirigió a la cama. Al mover la sábana no lo decepcionó lo que veía. Ella había cumplido la promesa de cómo lo estaría esperando. Carolina que es una mujer de estatura pequeña pero con un trasero y unas tetas muy bien proporcionadas, se había colocado un pequeño traje de encaje negro con azul. Los colores contrastaban con aquella piel blanca y con el rojo de su boca. La prenda, aunque tapaba un tanto las partes esenciales, permitía ver bastante de su piel y con el simple reflejo del televisor, dejaba ver sus preciosas pecas.
    
    Al otro lado de la ciudad, Tamy recogía algunas cosas y prefirió irse como estaba al hotel. Tenía la intención de cambiarse en la habitación. Salió de su casa y se dirigió al carro donde la esperaba Roberto. Se montó en el automóvil, le volvió a besar como antes y dijo muy seria: “Vamos, que ya estoy muy mojada”. Él sonrió, prendió el carro y se dirigió al Hotel. Por la obscuridad del trayecto, Tamy aprovechó para tocarle de vez en cuando el pene a Roberto, incluso en un par de ocasiones pasó su boca por encima del pantalón, agarrándole el miembro con sus labios.
    
    Llegaron al establecimiento, se registraron y entraron a la habitación. Sin decir mucho, se miraron de manera un tanto cómplice y se quitaron la ropa. Tamy se fue a la ducha y Roberto la siguió. Ellá, en un tono un tanto tierno pero ...
    ... con carga de excitación, le dijo: “Báñame como la vez pasada… he soñado que me enjabonas y me tocas por todos lados”. Él tomó el jabón, abrió la ducha y comenzó a enjabonarle todo el cuerpo. Las luces totalmente encendidas permitían que Roberto apreciara el cuerpo de Tamy. Ella es una mujer más alta que Carolina, de piel canela, tiene unas tetas pequeñas y un trasero algo plano. Tiene una mirada muy seductora, unos labios carnosos y unas manos profundamente inquietas.
    
    Al norte de la ciudad ya estaba muy caliente la situación. César sentado en la cama, pero inclinado hacia ella, besaba intensamente a Carolina que estaba acostada boca arriba. Él le metió la mano directamente en la entrepierna, por encima de la tela de encaje, mientras ella ya le masturbaba el pene con una de sus pequeñas manos. Ella abrió las piernas y dejó que él la tocara como quería, mientras más tosco e intenso lo hacía, más la excitaba. Las lenguas de los dos se entremezclaban profundamente. De un momento a otro, ya César le lamía las tetas y le tocaba el clítoris con un dedo. Carolina soltó un tremendo gemido y acabó por primera vez. César le quitó totalmente la sábana y vio que además de la prenda de encaje vestía un liguero con medias negras de malla. Eso lo excito muchísimo más.
    
    Carolina se incorporó, sentándose en la cama, para quitarse el diminuto traje, dejándose sólo las medias. Apenas lo hizo, César la acostó nuevamente en la cama, volteó hacia la mesita de noche y se dispuso a colocarse el ...
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