1. Masturbación de madre a hija.


    Fecha: 25/12/2018, Categorías: Incesto Autor: LadyClarisa, Fuente: SexoSinTabues

    —Pues el otro día, creo que mi hija se estaba tocando en la ducha. Mi comentario fue recibido por sonrisas confidentes de mis amigas, Martha y Clara. De repente el tema de la masturbación infantil había salido mientras charlábamos sobre cosas de nuestro pasado. —Pero es normal— dijo Clara, tocándome la mano—, a esa edad las nenas también se ponen calientes como nosotras. —Están descubriendo sus cuerpos. No me extrañaría que de repente tuviera oportunidad de comerse una polla— fue la alegre respuesta de Martha y todas no reímos por su comentario. —Pero Laura tiene solo 10 años. Creo que es pequeña para eso ¿verdad? —Nada que ver, mujer— dijo Martha cruzando sus sensuales piernas —está en la edad perfecta para que le enseñes sobre cómo se debe masturbar una buena conchita. —Pues no estoy para nada segura —estaba nerviosa de lo que Martha estaba insinuando. Ella era la más guarra de nosotras. Había descubierto en sexo a una temprana edad y no tenía tapujos en hablar sobre ello como si fuera la cosa más normal del mundo—. tu hija sabe cómo hacerlo ¿verdad? —Claro que sí, y créeme que verlas aprender sobre eso es todo un paraíso. El crecimiento se hace más profundo y la verdad es que nos ha unido más como madre e hija. —¿Y tu marido está de acuerdo?— preguntó Clara un segundo antes que yo. —Sí. Por supuesto. Él también sabe de lo importante que es la educación a edades tempranas. Mi recomendación es que lo hagas y le muestres a Laura como hacerlo. Incluso puedes dejar que tu ...
    ... marido te ayude. De seguro con la edad que tiene la nena, se le queda mirando con cierto deseo. Martha tenía razón en eso. Felipe, mi esposo, notaba que nuestra Laura estaba creciendo. En varias ocasiones lo había sorprendido acariciándole las piernas a la niña o sentándola en su regazo para frotar esas tiernas nalgas contra su pene. Hasta ese momento había dejado pasar todas esas cosas pensando en que los hombres son hombres y en ocasiones tienen cierta curiosidad de explorar otros cuerpos. De todos modos, mi esposo no era la clase de persona que tocaría a Laura sin mi permiso. Podría ayudarme, eso sí. —¿Tu esposo ha masturbado a tu hija?— preguntó Clara por mí, como si leyera mis pensamientos. —Pues te diré que la nena es más unida a él que a mí. Con eso ya debes saber todo. Volvimos a reír y terminamos nuestros cafés. Después nos fuimos a casa. Durante la tarde me había quedado pensando en las palabras de Martha sobre la masturbación de mi hija. Yo no era una santa precisamente, porque me gustaba la exploración del sexo en todas sus vertientes. No obstante, tener a mi hija como objeto de ese aprendizaje era algo que nunca me imaginé experimentar. —¿Laura? — le llamé entrando a su cuarto. Mi nena tenía 10 años apenas, pero Lucía mejor formada que las niñas de su edad. Su culo respingón se ajusta a unos shortcitos muy cortos que llevaba cuando había calor, y a veces cuando no había. Encima vestía una playera sin mangas que se le pegaban a su pecho apenas brotando como dos ...
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