La historia de Claudia (5)
Fecha: 26/12/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... fue un placer trabajar con tu perrita. –respondió la peluquera.
Claudia terminó de vestirse y se dejó llevar de la mano por Blanca hasta la calle, donde la señora detuvo un taxi en el que recorrieron unas veinte cuadras hasta detenerse ante un local de venta de uniformes para personal doméstico y de gastronomía.
En el negocio no había clientes, sólo el encargado, un sesentón en mangas de camisa, calvo, de anteojos y barriga prominente que se adelantó para recibirlas.
-Buenas tardes, ¿en qué puedo servirlas?
Blanca le explicó que buscaba un uniforme para su sirvienta, y señaló a Claudia. El encargado miró a la joven detenidamente y se dijo que parecía muy fina para ser una mucama, pero se encogió de hombros y le preguntó a Blanca si a la vista había algún vestido que le interesara.
-En vidriera hay uno azul con lunares blancos, de manga corta, ése me gustó.
El hombre asintió con la cabeza, volvió a mirar a Claudia, que permanecía con la cabeza gacha retorciéndose nerviosamente las manos, y fue a buscar el talle adecuado.
-Creo que éste le irá bien. –dijo.
Blanca tomó el vestido y cuando estaba por dárselo a Claudia la joven dio media vuelta con intención de irse del local. Blanca la detuvo tomándola de un brazo y luego le dijo mordiendo las palabras:
-Vas a probártelo ya mismo. ¿Entendido?
El hombre señaló hacia el fondo del local y le dijo:
-Allí tenés el probador.
Claudia tomó el vestido y el encargado, cuando estuvo a solas con Blanca, ...
... le dijo:
-Perdón, señora, pero, ¿quiso escaparse o me pareció a mí?
-Quiso escaparse. –confirmó Blanca y enseguida agregó disponiéndose a mentir con desparpajo: -¿Sabe lo que pasa, señor? esta chica viene de una familia muy rica que quedó en la ruina por malos negocios y ella, que es una malcriada consentida...
En ese momento sonó el teléfono.
-Discúlpeme, por favor. –dijo el hombre y fue hasta el aparato. Regresó enseguida y Blanca se dispuso a seguir fraguando la historia que acababa de ocurrírsele, justo cuando Claudia salía del probador y parecía vacilar entre quedarse pegada a la cortina o ir hacia Blanca.
-¡Qué bien te queda, querida! ¡Vení para acá, dejá que te veamos bien! –la llamó Blanca y la joven se acercó con tanta resignación como vergüenza y se puso colorada como un tomate cuando el encargado dijo sonriendo:
-Señora, debe ser usted la envidia de sus vecinas con una mucamita tan linda y tan fina.
-Sí, muy linda, muy fina y muy malcriada también. –le contestó Blanca con Claudia ya junto a ella. –Porque como le iba diciendo, con papis muy ricos que de pronto se arruinaron por malos negocios, esta chica que siempre había vivido en medio del lujo, pensó que eso sería para siempre y no se preocupó por estudiar y tener una profesión y entonces ¿qué pasó, señor mío? Pasó que cuando sus padres quedaron en la vía y no pudieron darle ni un peso más tuvo que salir a buscar trabajo. Pero usted vio lo difícil que está la cosa ¿no es cierto?, y a la pobre ...