1. ¡…qué al fin se lo cogen!


    Fecha: 05/04/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... tinto, algo así como 1,65 de altura…, y un cuerpazo de mujer bastante más que adolescente. Las tetas se aproximan a través de dos duros y erectos pezones, los que, al no tener corpiño - ¡valla genial decisión! -, estiran las telas que los cubren… o intentan hacerlo. Caderas y culo para exponer a los ojos de todo macho con ganas, labios mamadores, con la mejor sonrisa, como diciendo “sé que te caliento, pero tenés que esperar”, mientras te mira…, para llevarte a la cama… ¡Toda una hembra! ¡Como la mayoría de las preadolescentes de ese pueblo! 
    	¿Qué otra cosa podría hacer? Le dije a Paula… ¡qué tuviera paciencia…, había muchas postulantes… Por suerte, ella rio.
    	¡Qué dúo Lolita y Jimena! ¡No puedo defraudarlas! ¡De ninguna manera!
    	Notablemente, tanto mujeres como varones, piensan o creen, que lo mejor de un trío es que el macho tiene dos hembras para disfrutar… (estoy hablando del trío MHM; el otro me interesa poco). En mi caso no es tanto así… Digo “tanto”, porque sí, es placentero tener dos hermosas hembras para gozar, sin duda…, pero a mí, lo que más me gusta en estos casos…, es ver a las hembras teniendo sexo entre ellas… Sí, sin la menor duda… ¡me encanta la visión de lesbianas! ¡Y me calienta un montón! 
    	Lolita y Jimena, tal como me lo habían adelantado, eran consecuentes re fregadoras mutuas… 
    	Su primera acción fue el 69… ¡un clásico! Lo que, al dejar uno de los culos bien expuesto, por estar arriba, se convierte en la tentación del macho que participa. En este ...
    ... caso… ¡YO! El culo que quedó a mano fue el de Lolita. Tengo para mí, una suposición gratuita, que Jimena previno tal situación, por lo cual su amiguita quedó arriba. ¡Doble premio para mí! 
    	Lubriqué bien el culito de Lolita – incluso metiendo un par de dedos empapados en gel -, para facilitar la penetración. Es un lugar común…, que en este pueblo… - y todos lo aceptan así -, es muy difícil, casi imposible, encontrar un culo virgen… - ¡de conchas ni hablemos! -, pero, de cualquier manera, al ser el recto menos extensible que la vagina, no está de más utilizar, de ser posible, un gel lubricante…; la saliva también puede ser práctica, de no existir otra posibilidad. En mi caso, no sé de otros, mi lengua y mis labios siempre están dispuestos a facilitar una mejor penetración, aunque haya gel a mano…, nada más que por el placer de chupar concha o culo. En este caso el placer fue doble… ¡o triple! Pues besé, chupé y lamí el hoyito, se la fui enterrando con delicadeza, sin dejar de besar y acariciar la espalda y el cuello de la nena y, cuando la tuve totalmente horadara, Jimena matizaba la chupada de concha de su amiguita, con la lamida de mis huevos… ¡Placer integral! ¡Y te dije! ¡Me encanta las acciones lésbicas!
    	Estaba placenteramente, tanto para mí como para Lolita, bombeándole el culito, mientras Jimena lamía el escroto. ¡No habíamos olvidado que el mundo existe! 
    -¡Menos mal que Paula me dijo! – La hermosa señora apareció de improviso…, pero su exclamación fue más jocosa ...
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