¡…qué al fin se lo cogen! - Relatos Eróticos

¡…qué al fin se lo cogen!

... que disgusto.
-¿Quién es? – Me dirigí a Lolita, más canchera…
-Lara, mi mamá… - Lolita no está ni asustada, ni preocupada. Dijo “mi mamá” como algo natural, sin dudas… - ¡Mamita! ¡Estamos jugando con Dani…!
-¡Ya veo como juegan ustedes…! ¡Sin avisar! – Se paró a nuestro lado. - ¿Hay lugar para alguien más?
-¡Por supuesto, señora! - ¿Qué otra cosa podría yo decir?
-Soy Lara, la mamá de Lolita… - Se agachó para hablar cerca de mi oído…, y pasó su mano por mi culo… - Lo que tenés a la vista es muy lindo… ¿Cómo es lo que tenés dentro de mi hija?
-¡Es hermosa, mamita! ¡Y muy rica! – Lolita está atenta a las palabras de su mamá.
-Dejame saborearla… - Lara, la mamá de Lolita, se había sacado la blusa y el corpiño. Sus espectaculares tetas las colocó sobre mi rostro. – Vamos, nene, descórchate y dámela para chupar… 
Hice lo que me pidió y giré boca arriba. Lara se agachó e introdujo la pija en su boca. 
-¡Es muy sabrosa! ¡Mi hija tiene razón! ¡Tiene mucho gusto el coger con vos! Haceme lugar nena. – Lolita se levantó y se colocó de cuclillas sobre mi boca. 
La mamá se enancó. Mientras yo lamía a la hija, sobaba las tetas de la madre que cabalgaba sobre mí. 
-¡Si nene! ¡Qué rico es! ¡Lolita tiene razón! Tu llegada al pueblo hizo feliz a muchas mujeres. – Lara cabalgaba desaforada. - ¡Los chacareros están muy ocupados con las cosechas y los animales! 
	Estuvimos unos 15 minutos, Lara cabalgando, Lolita en mi boca…, Jimena chupando mis bolas y el culo de Lara…, y yo gozando ...

... por partida doble. 
	Algo más que un trío, yo gozaba…, no solamente por tener la pija siempre protegida por carne a su alrededor, sino por enriquecer mi vista con las acciones lésbicas de Lara, Jimena y Lolita… ¡tres hembras súper excitantes!

Algo teníamos que cambiar. Yo sabía…, o suponía, que tanto Paula como Sofía estarían muy interesadas por saber cómo me las arreglaba con tres hembritas como estas nenas. Pensé que sería bueno otra escenografía, así que fuimos a la sala de la vivienda central, aprovechando el gran sofá que tenían Paula y familia…, aunque la familia de Paula está en la chacra, y solamente aparecía algunos fines de semana. De cualquier manera, cambiamos de paisaje. 
No hubo mayores problemas. Hice lo posible por atender a todas, además de alentar el uso lésbico de los cuerpos femeninos, cosa que las hembras hicieron gustosas.
Así fue como, sin preguntar siquiera, sabía que tendría el beneplácito de Paula y Sofía, dado que ellas también practicaban con deleite la refregada lésbica, por lo cual guie a las tres a la sala. 
Cruzamos el patio desnudos, cubiertos por las sábanas, sin mayores problemas. Los otros ocupantes de las habitaciones, son conocedores del uso generalizado que en ese pueblo se le da a este tipo de vivienda, comunes a varios pasajeros, sin domicilio fijo, solamente de paso…, y… estando de paso… encontrar buenos culos… en ese pueblo es una generalidad…
En la sale se acomodaron Paula y Sofía. Ellas ordenarían la situación para que no ...