UN PAR DE MANOS OCUPADAS - Relatos Eróticos

UN PAR DE MANOS OCUPADAS

Por si no seguiste esta saga erótica, no buscada por mí…, aunque no evitada… Te lo recuerdo. Ingeniero recién recibido y debutante como profesional en un antiguo e importante estudio del ramo. Hay que revisar una estructura construida cincuenta años atrás, para una fábrica de aceites en un pequeño pueblo en el medio de la conocida “pampa gringa” o “pampa húmeda” como dicen algunos más científicos. ¿Y a quien envían a un aburrido trabajo en un aburrido lugar? ¡Al pichón de carne! ¡O sea yo! ¡Y entonces pasa lo que estoy relatando!

	Luego del hermoso intercambio de meadas recíprocas, gozando ambos del cálido caldito, seguimos las refregadas con Lucía. Yo chupaba concha y culo…, y metía dedos en los agujeros correspondientes, con todo el beneplácito de la hembra… Ella me correspondía lamiendo, chupando y masturbando con cariño y suavidad, con encantadora sonrisa. También sus deditos deleitaban a mi esfínter…
-Luci, amor… ¿te gustaría hacer un jueguito junto a Sofi?
-Sí, claro. ¡Me gustaría mucho!
-Un jueguito que ustedes deben conocer muy bien ¿no?
-Claro, desde que nos conocimos, cuando vinimos a este pueblo para hacernos cargo de la docencia… Si bien Sofi ya tenía antecedentes docentes, como todavía no era titular, siempre la nombraban para reemplazar temporariamente a alguna otra… Ante la posibilidad de que la nombraran titular, se inscribió inmediatamente. – Luci no dejaba de hablar, aun cuando sus manos y su boca se ocuparan placenteramente de mi pija y, de vez en ...

... cuando, de mi culo… - Yo era recién recibida, y me pareció una buena oportunidad. Bueno…, cuando nos conocimos resolvimos vivir juntas en la pensión de Paula, hasta que nos casamos. Y bueno…, luego nos separamos de vivienda, pero seguimos estando juntas siempre que nos lo propusimos. ¡Ya sabrás perfectamente lo que es este pueblo! Con los maridos que tenemos, no hay mucho más que un polvo por semana…, y aburridísimos… ¡muy aburridos…! Solamente interesados en las cosechas y animales… Tal es así que seguimos con la intención de estar juntas… Bueeee…, desde entonces no lo dejamos de hacer, incluso “rapiditos” en la sala de maestras…, o sea la oficina “todo uso” que vos… bien conociste…, y dejaste unos goterones de semen en el piso… ¡Jajaja! 
La hice poner de costado. Le levanté la pierna y se la sostengo, para que esté más relajada y no estreche el esfínter… Luci sigue hablando mientras humedezco su hoyito con mi saliva. Por suerte lo tiene suficientemente dilatado. 
-Recuerdo cuando le dije a Valeria que… si quería verte a vos… tenía que limpiar el piso… ¡con la lengua! ¡Jajaja! ¡Casi se muere! Como sabíamos que ella conocía muy bien lo que habíamos hecho con vos…, y por eso quería repetirlo… ¡jajaja…! Le dije que era un goterón de semen… ¡Jajaja! Ella se rio tanto como nosotras… Y eso que vos no nos diste tiempo…
	Tengo el glande justo en el eje de su asterisco… Empujo…, la cabeza se abre camino…, muy suavemente, para que no moleste. Lucía acomoda las caderas, a fin de que ...