APRENDO A LEER Y ESCRIBIR - Relatos Eróticos

APRENDO A LEER Y ESCRIBIR

Paula, como casi todos los días, vino a mi habitación a “despertarme”. En realidad, era así, nomás…, con un método muy particular… y agradable: ¡una magnífica mamada!
Indefectiblemente, necesitaba ir a mear. Fue cuando me pidió que la “lluvia dorada” se la diera a ella. ¡Por supuesto que ella tenía lo suyo! ¡Un clásico de cada mañana! ¡Nuestro mejor desayuno…! Dado que traía el “vulgar”, de café y leche y facturas…, que compartíamos, entre besos y caricias. ¡Paula es la dulzura personificada! ¡Un verdadero bombón! Luego de los primeros días de mi estadía en la localidad, yo estaba a sus pies… y ella en los míos… Es la adecuada forma de manifestar que ambos estábamos en la entrepierna del otro… ¡Con mi asorada sorpresa y todo el placer del mundo!
	No pasaron muchos días para que estuviera al tanto de las oportunidades que se ofrecían a un joven y despabilado profesional en ese pueblo. Paula estaba a mano…, las demás fueron llegando poco a poco, tal como lo describí en varios relatos. 
	¡Pero ese día es el de Sofía! Y Paula lo sabía…, tal es así, que cuando se retiró, luego de su primer orgasmo mañanero, provocado por mis labios y mi lengua en su palpitante entrepierna, escuché su saludo a Sofi, cuando se encontraron en el patio, al cruzar la maestra hacia mi habitación…
-¡Muy buen “divertimento” para comenzar el día!
-¡Gracias “patrona”…, será en su honor… ¡jajaja! - ¡Y jacarandosamente llegó hasta mí!
	Me había vestido muy simple, para que sea fácil lo contrario. Le ...

... abrí la puerta, cerré y me tiré sobre la cama. Quiero que Sofi haga su trabajo. Se montó y comenzó a tratar de desnudarme. ¡Ni un beso de apertura! ¿Habrá dormido o su calentura la mantuvo insomne?  
	Con ambas manos tomé sus glúteos, levantando la pollera, y le di varios chirlos. 
-¡Turro! ¡Me querés torturar! ¡Encima gastás tu lengua en la concha de Paula… ¿Te crees que no me di cuenta? ¡No era por otra cosa que la patrona está tan contenta!
-¡Pero me deseó el mejor polvo del día! ¡Y es con vos! – Esto no es cierto, pero Sofía no le va a preguntar.
	Sofi me sacó el pantalón. Por supuesto que ayudé levantando las caderas. ¡La tenía morcillona! Con la lengua empezó a acariciar el glande. Se fue endureciendo al toque. Cuando se la introdujo en la boca estaba al palo. ¡Mamaba como una especialista! ¡Y lo era!
Cuando la sintió bien dura, se irguió y se montó. La ubicó con su mano entre los labios y se fue sentando suavemente, mientras se movía hacia adelante y hacia atrás, rosando el clítoris. ¡Qué mágica es Sofía cogiendo!
-¡Dios! ¡Diositoooo! Cuánto me gustás Dani…, por Dios… ¡Cada noche sueño con vos! – Sofi cabalgaba desaforada. 
Yo trataba de tomarle las tetas, para que no saltaran tanto… ¡Me daba la impresión de que se les van a caer! ¡Ridículo pero real! 
Ella lo resolvió acostándose hacia delante, poniendo las tetas al alcance de mi boca. Era lo ideal. Tenía prisionero a los pezones, uno con los labios y el otro con la mano. 
-¡Aaaggg! ¡Uuuggg! ¡Aaayyy! ¡Aaasííí! – ...