APRENDO A LEER Y ESCRIBIR - Relatos Eróticos

APRENDO A LEER Y ESCRIBIR

... te mandamos a las nenas? – Lo había arreglado con Sofía y Lucía…: ¡darles el gusto a las nenas!
-¿Cuánta son?
-Catorce…
-¡Eeehh! ¡No! ¡tantas no!
-¡Jajaja! Las catorce son todas las de la escuela…
-Solo quiero de quinto al séptimo…
-Sí, claro, tesoro… 
-¿Cuántas son?
-Uuummm…, seis…, son seis.
-Bueno…, esas seis, no más…, ¡siempre que quieran!
-¡Todas quieren! ¡Las catorce!
-¡Ni en pedo! Solamente las mayores…, ¡siempre qué quieran, ya lo dije!
-¡Te lo dije! ¡Todas quieren! Valeria se encargó de “difundir” tu exquisita manera de abrirles el orto…
-¡Serán solamente seis…! ¡Y les dicen que me digan el nombre antes que nada!
-¡Jajaja! Me parece bien… ¡no querés cogerte a desconocidas! – Para Sofía todo era divertido. – Esta tarde, luego de las seis te vienen a “visitar”.
-“Vienen” no. ¡Una sola “viene”! ¡Será una por vez! Quiero que sea algo personal e íntimo. Y que las madres lo tengan en claro: la nena viene a coger conmigo porque quiere…, y no por otra cosa…
-Si Dani, lo tienen en claro…, pero todas saben que es un honor que vos las hayas elegido… ¡Las chicas lo tendrán en la frente durante toda su vida! – Como siempre, nuestras conversaciones con Sofía se dan entre besos y caricias. En ese momento Sofi me había agarrado la pija.
-¿Ves? ¡Ellas querrían tenerla siempre en la mano…, o en la boca… o bien adentro…! No seas demasiado exquisito… ¡dásela todas las que puedas! Así que ahora quedate tranquilo…
-Es así, me baño y “me voy a cumplir con mis tareas…” ...

... ¡jajaja!
-¡Caradura! ¡Tus tareas acá son coger… ¡y nada más!
-¡No es así! ¡Es lo fundamental pero no lo único! ¡Jajaja!
	Entre besos y caricias, ayudé a Sofía a vestirse, lo mínimo indispensable, dado que iba a su habitación a bañarse… y yo hice lo mismo. 
 	Ahora a trabajar…, y esperar que llegue las 6 de la tarde…
	Los ensayos no destructivos en la estructura de la antigua fábrica de aceite se desarrollaron sin interferencias ni problemas…, todo prolíjicamente volcado en los apuntes correspondientes.
	¡…y al fin llegó! A las 18:00, puntualmente apareció ella…, de la cual ignoraba el nombre…, hasta que me lo dijo…
-Soy Dalia…
-Un placer, preciosa… ¡sos increíblemente hermosa! – No sé si lo era tanto… ¡pero es mi tarea hacérselo creer!
	Sin demasiados preámbulos, le palpé cariñosamente los glúteos levantando la pollerita. Metí mi mano bajo la tela y apreté los cachetes. Le retiré la pollera y le di un par de chirlitos. La nena sonreía arrobada. ¡Era lo que había esperado y deseado durante varios días! 
	Le indiqué que me baje el pantalón…, sólo elástico, para hacerlo fácil. La pija todavía estaba caída. Se acuclilló y pasó la lengüita por el glande, deteniéndose en el orificio de la uretra. ¡Conocé muy bien los “pasos" de una buena cogida! 
La pija reaccionó inmediatamente: saltó como el payaso dentro de la caja del mago… Se la introdujo en la boca. No había alcanzado el nivel de dureza clásico para la penetración, pero sus labios y su lengua inmediatamente lo ...