APRENDO A LEER Y ESCRIBIR
Fecha: 10/04/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... consiguieron. Me encantó sentir la pija endureciéndose en la boquita de la nena. Al fin, solamente se pudo tragar un tercio, más allá del glande. De cualquier manera, su rostro de felicidad, demostraba que había llegado a su objetivo.
Luego de unos minutos de mamada, no muy profesional, por cierto, pero que me producía enorme placer al ver esa boquita de nena chupar con ganas, la pija se convirtió en mástil. Mientras mamaba, la besaba por todas las partes a los que llegaba y la desnudé.
-Sentate acá, en el borde… - La acomodé de la mejor manera. Le abrí las piernas y me incliné a besar y chupar.
-¡Aaahhh! ¡Aaahhh! ¡Aaahhh! – Gemía al compás de mi lengua.
En un minuto…, totalmente inundada de orina y fluidos. Se había tirado hacia atrás, sobre su espalda. No dejaba de gemir. Seguimos varios minutos, con varias inundaciones de pis y juguitos. ¡Qué nena tan rica!
-Dejame acostar, amorcito… - Le hablaba con besos en sus ojos, los lóbulos, el
cuello… ¡La nena se estremecía!
-¡Qué rico son tus besos, papito! – Besé desde los pies al cabello. ¡La piel etérea de tan suave!
Me coloqué como clásica “montura” y la hice bajar despacito, con sus labios acariciando la pija mientras profundizaba en apretada conchita. Como sabía, y así lo mencioné en anterior oportunidad, las nenas de la primaria estaban desvirgadas par el comisario, el marido de Sara. ¡Padres flor de hijos de puta! ¡Lo permitían a cambio de indulgencia por parte del comisario a sus fechorías e ...
... infracciones!
Cuando su ingle apretaba mis huevos, la nena se quedó quietita…
-¿Te duele, mi amor? ¿Estás bien?
-Si, Dani…, estoy bien…, bueeee…, molesta un poquito…, me gustaría moverme…, pero… no sé cómo lo puedo hacer bien…
-Así preciosa, déjate llevar… - La tomé de la cintura y la subí…, levanté mis caderas y la empujé… - Amorcito…, como si estuvieras haciendo caballito con tu papá…
-¡Si, si! ¡Mi papito! ¡Así es lindo! – Dalia comenzó con los saltitos…
-Despacito mi amor…, que no se salga…, bueno…, la pija…, mi pija… ¿viste? ¡Que siempre quede adentro! – Sentía como apreta el cuello uterino; muy estrecho, de nena…
-¡Así me gusta! ¡Mucho! ¡Mucho! – Ya le había “agarrado la mano” a la cabalgata. - ¡Es rico hacer caballito con vos adentro! ¡Te siento de lindo!
-¡Si mi amorcito! ¡Lo hacés muy rico! ¡Toda una mujercita!
-¿Viste Dani? ¡Mamita lo hace igual!
-¿Con tu papá? – Mi pregunta está cargada de malicia…
-No, no, con papá no…, con papá no la vi…, porque está en la chacra… Lo hace con el señor que trae las herramientas y tornillos…
-¿Herramientas y tornillos? – No entendía nada…
-Sí, claro. Mi mamá atiende la ferretería…
-¡Aaahh…! ¡Ahora sí! – Así que la mamá se entretiene con el proveedor. ¡Voy a tener que darme una vuelta por la ferretería! - ¿Tu mamá lo lleva a tu casa?
-No, no hace falta. En el depósito de atrás del negocio hay cama…
-Tu mamá está organizada…
-Sí, claro… Siempre que viene un proveedor nuevo, mamá lo lleva al depósito. ¡Le gusta mucho!
La nena seguí ...