1. NO HAY DOS SIN TRES


    Fecha: 14/04/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... metros entre la fábrica y la pensión donde me alojo. Había caminado un par de cuadras, cuando veo que, en una de las trasversales, caminaban tres chicas en uniforme escolar. Según mi reloj, teóricamente, todavía seguían en horario escolar, dado que la pequeñísima escuela, de solamente 24 alumnos, 14 de ellos mujeres, es doble turno. ¿Qué hacen estas pibas atorrando por estos lares?
    	Fui hacia ellas. 
    -¡Eh chicas! ¿Qué hacen por acá? – Estaba a dos metros cuando les hablé.
    -¡Oh! Hola ingeniero ¿qué tal? – La que me contestó parecía la mayor. No me asombró que me conociera.
    -¿Qué hacen por acá? Todavía es horario de clases…
    -No diga nada Dani, es una pequeña rabona… 
    -¿Cómo? ¡Tienen clase todo el día!
    -Nos tomamos unas pequeñas vacaciones… - La misma que me reconoció me habló.
    -¡Tienen que estar en la escuela! – Puedo ser un lujurioso pervertido…, pero no dejaré de sostener la educación.
    -Queríamos pasear un poco… - La misma chica habló. Parecía que llevaba la batuta.
    -¡Hay matemáticas Dani! ¡Nos mata eso! Luego volvemos…
    -O sea…, van a clase cuando les resulta cómodo…
    -Un poquito nomás…
    	Yo calculaba posibilidades. Las nenas están buenísimas…, ¡duros y anhelantes pezones, parados culitos! No demostraron mayor inquietud porque me vieran…
    -Dani…, ¿quiere pasear con nosotras? – La misma “habladora” seguía llevando la batuta…
    	Es una propuesta interesante…
    -Sí, claro, me gustaría…, si las tres están de acuerdo. - ¡Al diablo la escuela! - ¿Quieren venir a mi ...
    ... pensión? 
    Me acerqué y les acaricié las mejillas, la cola y los pezones. Las chicas sonrieron complacidas.
    -No, no. Acá a la vuelta vivo yo. Está mi mamá. – ¡Me jodió!
    -No vamos a molestar a tu mamá. – Ni la menor ganas de que la vieja se metiera…
    -¡Estará encantada que vengas con nosotras! ¡Vamos! Son 20 metros desde la esquina. Acá vivo yo… - La nena no me dio tiempo a nada. - ¡Mami! ¡Vine con Dani!
    	Se dirigió a mí.
    -Mamá tiene muchas ganas de conocerte. - Me habló bajito. Ya estábamos las tres chicas y yo dentro de la casa.
    -¡Ay Dios! ¡Estoy toda desarreglada! – La mamá gritó desde dentro. - Esperá un minuto. Me baño y voy…
    -Mamita no quiere que la veas de entrecasa…, ¡es muy mona! – La nena me advierte.
    Nos instalamos en la sala. Las nenas se pusieron cariñosas, alentadas por la “casera”. Nos besábamos entre los cuatro, nos acariciábamos, les apretaba las nalgas, les besaba el cuello, las orejas, pasaba mis manos sobre los notables pezones de las nenas que, por suerte, no llevaban ningún tipo de sostén, y se notaban perfectamente erguidos.
    -Mamita enseguida viene…
    La nena, Fátima, según la llamaron sus compañeras, había ido al interior de la vivienda. En la sala seguíamos con besos y caricias. Yo estaba al palo y no trataba de disimular nada. Las bebas reían y me acariciaban el bulto.
    -Mamita tiene muchas ganas de conocerte. Siempre habla de vos con sus amigas. 
    Si las pibas seguían con la refregada, iba a acabar ya mismo.
    -Chicas, por favor, quedémonos un rato ...