1. Alicia y sus cuñados 2


    Fecha: 27/12/2018, Categorías: Infidelidad Autor: ViejoPervertido69, Fuente: SexoSinTabues

    ... sus hermosos vellos. Seis chisguetes potentes, salieron disparados del ojo de su gorda verga, a cada chisguete, me pedía perdón el cabrón, pero nunca apartó su reata del cuerpo de mi atónita esposa. No sabía que decir, no sabía como reaccionar… Es lo que siempre soñé, estar presente cuando se cogieran a mi esposa, pero no en esta situación, quería estar oculto. Ahora, como podría mirar nuevamente a mi mujer sin vergüenza. Debía ser cómica la situación para un espectador, todos mirándonos mudamente, con la boca abierta y los ojos llenos de espanto. Estando en la soledad de nuestra recamara. Alicia, llorando desconsoladamente, me contó como pasó todo. “Estaba borracha, mis cuñados me repegaban sus vergas en mi cuerpo, que vibraba de lo caliente que estaba, perdóname mi amor, no sé porque soy así de puta, me encanta la verga, que me metan sus cosotas. Rogelio, me abrazó por la cintura, enterrándome todo su bulto entre mis nalgas, mi cuerpo se estremeció y me recargue en su pecho, mientras me hablaba al oído, produciéndome escalofríos, me decía: “Alicia, como se le ocurre a su marido, dejarla sola, vestida así como está, con ese bikini de hilo dental, que cuando caminas, se estremecen con sabor todas sus hermosas nalgas”. Yo me apartaba como podía. Pero luego llegó Roberto, e igual me sobaba, el era más descarado, me sobaba mis pechos y mi cosita, escapé momentáneamente, hasta que caí en brazos de Rolando, pero era demasiado tarde, estaba ebria y muy cachonda. Metiéndome su ...
    ... bulto entre mis nalgas me dijo: -Observé como suspiraban, cuando contemplan cómo se te movían tus tremendas nalgas cuando caminas. Observa su bulto, están así por ti, quieren meterte la verga. Estas bien buena, tu esposo es un estúpido. Ven, acompáñame. Lo seguí dócilmente. En la recamara, nos desnudamos ambos, y me ordenó que se la mamara. Así lo hice, y perdóname papito, se que es sucio hacerlo con tu familiar, pero no me daba asco mamar la vergota de mi cuñado, al contrario, me excitaba chupar ese trozo de carne, lamiendo el tronco, de arriba abajo, recorriendo las gruesas venas, pasando por el frenillo varias veces, hasta finalmente, darle un buen chupetón a la cabeza de aquella fantástica verga. Perdóname mi amor, pero era enormemente larga y sabía deliciosa. Chupar la verga de Rolando era extraño, ya ves que esta muy peludo; y los pelos, tanto de los huevos como los de su pubis, rozaban mi rostro y se me metían en la boca y en la nariz, y cada cierto tiempo, tenía que sacarme algún pelo de la boca. Eso, me exaltaba y me enardecía. Luego que empezó a pompearme la boca, como si fuese un objeto sexual. Le bañaba su larga verga con mi saliva, luego la chupaba con desenfreno, mientras le agarraba sus peludas nalgas, empujándolo, hasta meterme su vergota hasta la garganta, hasta que finalmente descargó toda su leche caliente sobre mi boca. -¿Te gusta mi leche, verdad?- decía él, mientras con la punta de su verga recogía la leche que me había rociado por toda la cara, y me la ...
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