Relatos eróticos esposos cómplices cap 180 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 180

CONTINUACIÓN 

Hola amigos soy Sara y les seguiré contando lo que inicié en el cap 178/9

Ése día termine muerta con mis que haceres rutinarios, más el castigo que me dió Marcos y el acoso de mi marido.

Por la noche al verme calata en el espejo se notaban las pequeñas mordidas por todo mi cuerpo y las más grandes de mis nalgas y de mis tetas haciéndome sentir orgullosa.

También recordaba viendo mi cuerpito cómo pude soportar encima a ésos hombrones y aguantarles sus vergotas.

En ésta oportunidad también repetimos con mi esposo las culeadas de la primera semana en que me pasó el sangrado y el dolor de pierna.

En la semana siguiente hablé con mi esposo para hablar con mi amiga.

Mario : Mujer, te han podido dejar coja las dos veces, te han dejado la concha por reventar de lo inflamada que estaba y éso que de suerte que no te mataron y quieres otro sacrificio más, la verdad no te comprendo.

Yo : Amor, si sintieras lo rico que es, te aseguro que lo harías aunque te murieras.

Mario : Si tanto lo quieres, entonces habla con tu amiga.

Yo : Pero amor no te molestes. Verdad qué es bien rico, por qué no lo pruebas.

Mario : Estás loca, a mí me gustan las mujeres. Y viéndo ésas vergotas y cómo te hacen sufrir, nunca me animaría a ser homosexual.
Habla nomás con tu amiga.

Yo : Aló Ada ?

Ada : Si amiga, estuve esperando tu llamada, para que me cuentes.

Yo : Marcos me dejó coja, sangrando y mordida por todas partes.

Ada : Así es él. Pero no te ...

... mató por qué él para matando a todo el mundo.

Yo : Jajaja jajaja y dime, estará libre Iván.

Ada : Para el miércoles te puedo enviar a Walter, pero te advierto qué es más directo y efusivo que Marcos, pero a la vez más generoso después de todo.
Te animas o esperas una semana más.

Yo : Está bien, mándame a Walter.

Llegó el miércoles y quise bajarle lo bravo a Walter y para éso tenía que convencer a mi esposo.

Yo : Amor, si lo espero calata le puedo bajar lo impetuoso que puede venir.

Mario : No creés qué exageras, a Marcos lo recibiste con pantalón corto yá tienes 60 años mujer.

Yo : Pero vistes cómo se puso de nervioso. Déjame por favor, tendré 60 pero mi carne esta dura y mis tetas están paraditas.

Mario : Amor, yá sé que no puedo contigo.

Me senté completamente calata, maquillada algo más que de costumbre, parecía una puta haciéndo saltar la verga a mi marido.

En éso tocaron, Mario se fué a su escondite y yo le abrí la puerta.

Los dos nos quedamos con la boca abierta, él por verme en cueros y yo por ver a un negro, pero negro negro de 2 metros de altura que con la camisa abierta parecía el increíble Hulk.

Con señas lo hice entrar y sentados  miramos nuestros cuerpos.

Walter : Señora soy Walter y vengo a cachar a la señora Sara.

Yo : Ésa soy yo. Sígueme.

Caminé llevándolo de la mano moviendo mi culo parado. Lo puse en el mejor ángulo para que mi esposo lo vea mejor.

Se quitó la ropa bien rápido viéndo una verga enorme, más grande ...