Relatos eróticos esposos cómplices cap 180 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 180

... de las qué yá había visto. 

Asustada me acerqué y agarrándole fuerte, lo jalé para ver si era falso, logrando sólo ponerla más dura y venosa. Walter me apretó duro por la espalda sintiendo su garrote.

Yo : Espera, dime, yá te cacharte a Ada 

Walter : Tres veces.

Yo : Espera voy a hacer una llamada.

Yo : Aló Ada 

Ada : Dime amiga.

Yo : Estás ocupada ?

Ada : Claro, es mi hora cachera. Dime qué pasa ?

Yo : Walter tiene un mazo en lugar de verga. Es muy grande. Me matará.

Ada : Amiga, sé que te dolerá y te dejará mal 15 días pero no te matará más bien te sentirás mejor que nunca cuando te recuperes. Después de éso yá te puedo enviar de dos en dos. 

Mientras pensaba que hacer Walter me jaló y bajando mi cabeza a la altura de su verga me pidió qué se la chupé.

Yo la miré teniendola tan cerca y no creía qué éso podría ser una verga. Qué horror. La acaricié con las yemas de mis dedos siguiendo el curso de sus venas llegando hasta sus huevos gordos que oirbsu peso estaban 20 Cms más abajo.

Luego hice todo el recorrido con mi lengua sintiéndome más atraída por ése monstruo y llegando a los huevos metí uno por uno jugando con ellos.

Luego me alzó por los aires echándome en la cama y abriendo mis piernas metió su larga lengua dura en mi concha haciéndome saltar en la cama y por mi culo hizo lo mismo logrando meter la punta de su lengua dentro de mi culo.

Luego me dió 4 palmazos fuertes haciéndome gritar para luego morder duro en cada nalga ...

... haciéndome llorar.

Con las tetas también fué un bruto mordiendo y dejándome marcado sus dientes.

Después me puso de perrito y viéndo por el espejo a ése oso con su mazo preparándose para meterme, con escalofríos me bajé trayendo vaselina que le unté en su verga y poniéndome nuevamente de rodillas le pedí que me ponga en mi concha.

Con mi cara pegada al colchón paré el culo para que sobresalga mi concha y no se vaya a equivocar de hueco.

Al sentir la punta temblé y a Walter parece que le gustó que me agarró de la cintura empujando con toda su fuerza logrando meterme su cabeza, grité tan fuerte que me quedé ronca y al parecer a él le gusta hacer sufrir a las mujeres.

Volvió a empujar más fuerte no dejándome escapar a pesar que lo golpeaba y metió un pedazo más y yo me moría sin escape y cuando me abandonaba entró mi esposo tirándole un palaso en la cabeza.

Me tiró contra la cama y apretándolo del cuello contra la pared lo estaba matando y yo le suplicaba que lo deje sin hacerme caso, hasta que le dije que hiciera lo que quiera conmigo pero que suelte a mi marido.

Lo soltó cayendo al suelo y ayudándolo lo llevé a una silla y acariciándolo le dije que no se meta por lo que vea o escuché.

Le dí un beso volviendo a arrodillarme en la cama y en posición sentí nuevamente su punta y al empujar grité y mordi la almohada con la cabeza adentro.

Me agarró más fuerte y volvió a empujar metiendo un trozo más y gritando soportaba sin moverme.

Hubo un nuevo empujón ...