Algo inesperado - Relatos Eróticos

Algo inesperado

... Disfrútalo."
Con un último movimiento, Ximena se sentó casi por completo.
Ximena: "Dios mío... ya casi llego a los 19... es increíble lo que cuesta... y pensar que es amigo de mi niño..."
Kevin: "Deja de pensar en Juan y concéntrate en cómo te estoy llenando, Ximena."
Finalmente, con un último esfuerzo, Ximena se sentó por completo, sintiendo cómo su ano se abría paso hasta los 21 centímetros de la verga de Kevin. En ese instante, su trasero hizo contacto con los testículos de Kevin. Estiró una mano, palpándolos con curiosidad antes de murmurar con una sonrisa húmeda:
Ximena: "Vaya, Kevin... qué generosa fábrica de leche tienes aquí abajo. Con esta abundancia, seguro que me dejas el culito bien repleto."
Sus ojos brillaron con una mezcla de picardía y anticipación, siempre mirando a Kevin.
Kevin: "Eso espero, Ximena. Y voy a asegurarme de que cada gota llegue a su destino."
Respondió con una sonrisa lasciva, manteniendo su mirada en la de ella.
Ximena comenzó a subir y bajar con una rapidez creciente, sus gemidos llenando la habitación. Kevin le dio una fuerte nalgada en cada ascenso, siempre manteniendo el contacto visual.
Kevin: "¡Eso es, zorra! ¡Muévete para mí! ¡Demuestra lo mucho que te gusta esta verga, aunque te cueste encajarla!"
Ximena: "¡Ah! ¡Sí, Kevin! ¡Más rápido! ¡Más duro! ¡Aunque al principio me duela un poco, luego me encanta sentirte tan grande dentro!"
Kevin respondió a su petición aumentando la fuerza de sus embestidas. Ximena lanzó un ...

... grito.
Ximena: "¡Ahhh! ¡Jódeme, Kevin! ¡Rómpeme este puto culo! ¡Ábremelo bien! ¡Aunque me cueste, quiero sentirte a fondo!"
Kevin: "¡Eso quiero, Ximena! ¡Voy a abrirte este agujero como nunca! ¡Para que recuerdes bien cómo folla un jovencito como yo, aunque a las maduritas les cueste un poco!"
El ritmo se intensificó. Ambos se miraban fijamente mientras sus caderas chocaban con fuerza.
Kevin: "¡Qué bien se siente este culito! ¡Tan abierto y caliente! ¡Y pensar que te cuesta tanto tragarme entero!"
Ximena: "¡Cállate y sigue, Kevin! ¡Que aunque me cueste, lo estoy disfrutando como una perra!"
De repente, en una de las embestidas más salvajes, la verga de Kevin se salió por completo del ano de Ximena.
Kevin: "¡La puta madre! ¡No, joder, se salió esta mierda otra vez!"
Ximena: "¡Maldita sea! ¡No, Kevin, qué putada! ¡Esta verga no puede salirse ahora!"
Ambos se miraron con sorpresa y excitación, con el deseo palpable de retomar la conexión. Sin perder un instante, Ximena tomó la verga de Kevin y la guio de nuevo a su interior, introduciéndola profundamente, siempre manteniendo el contacto visual.
Ximena: "¡Más! ¡Ahora más fuerte, Kevin! ¡No te detengas! ¡Aunque al principio me cueste un poco más!"
El ritmo se volvió aún más frenético. Los gritos de Ximena se hicieron más fuertes y desesperados.
Ximena: "¡Kevin! ¡Kevin! ¡Me vas a matar! ¡Pero no pares! ¡Ábreme! ¡Ábreme más! ¡Aunque esta verga tuya sea enorme y me cueste!"
Kevin: "¡Voy a reventarte, Ximena! ¡Voy a dejarte bien ...