Algo inesperado - Relatos Eróticos

Algo inesperado

... follada! ¡Para que veas lo que es bueno, aunque a las maduritas les cueste un poco al principio!"
Dijo gimiendo con fuerza, sus ojos clavados en los de ella.
Él la besó apasionadamente mientras sus cuerpos se movían con una urgencia salvaje, siempre cara a cara.
Ximena: "¡Sí! ¡Así! ¡Más profundo! ¡Siento cómo me abres! ¡Joder, qué rico! ¡Aunque al principio me cueste un poco más!"
Kevin: "¡Este culo es mío! ¡Y voy a dejar mi marca en él! ¡Y te cuesta, eh, madurita!"
Los jadeos y los gritos de Ximena se mezclaron hasta que alcanzó un clímax explosivo, su cuerpo temblaba violentamente, siempre de frente a Kevin. Él continuó embistiéndola con fuerza, mirándola a los ojos.
Después del clímax, Kevin notó la abundante lubricación.
Kevin: "Mira cómo estás chorreando, Ximena."
Jadeó, deteniéndola. Retiró lentamente su verga, mostrando el líquido resbaladizo que goteaba de su interior.
Ximena: "¿Te gusta lo jugoso que te estoy poniendo tu verga, jovencito? ¡Es toda la leche de esta madurita para ti!"
Dijo con los ojos brillantes y una sonrisa húmeda, sin apartar la mirada de Kevin.
Sin decir nada, Kevin volvió a penetrarla, sintiendo cómo entraba con mucha más facilidad, sus ojos conectados.

De repente, Kevin la levantó sin dejar de penetrarla. "¡Kevin!" exclamó Ximena, sorprendida. Él la giró suavemente y la acostó sobre el sofá, colocándola en posición de misionero. Ambos se miraron a los ojos, una sonrisa cómplice danzando en sus labios, y se fundieron en un beso ...

... lento y profundo.
Ximena rodeó la cintura de Kevin con sus piernas, apretándolo con fuerza contra ella.
Ximena: (Con un suspiro entre el beso) "Ay, Kevin... esta verga tuya... me tiene enganchada como una jovencita."
Kevin: (Con voz ronca) "Y este culito maduro tuyo... me hace olvidar que tengo la mitad de tu edad."
Ximena: (Con una risita traviesa) "No te creas, jovencito. Mis años me han enseñado un par de trucos para disfrutar de un buen pollón como el tuyo."
Kevin: (Apretando sus caderas contra ella) "¿Ah, sí? Pues demuéstrame, Ximena. Enséñame cómo una mujer experimentada como tú sabe cómo tomarlo."
Ximena: (Apretándolo aún más con sus piernas) "Confía en mí, Kevin. Con esta verga tan... generosa... que tienes, la experiencia es lo de menos. Solo quiero sentirte bien dentro."
Kevin comenzó a embestirla con penetraciones duras y profundas en su ano. Cada vez que se enterraba hasta el fondo, al retirarse dejaba el glande rozando la entrada abierta del culo de Ximena.
Ximena: "¡Ah, Kevin! ¡Qué bestia eres!"
Ximena: "¡Mmm... sí, así! ¡Más adentro!"
Ximena: "¡Joder, qué rico se siente!"
Ximena: "¡No pares, Kevin! ¡No pares!"
Ambos llegaron al clímax al mismo tiempo, sus cuerpos temblaban con la intensidad del orgasmo. Kevin se corrió profundamente dentro de ella. Lentamente, comenzó a retirarse, y Ximena apretó con fuerza sus paredes anales alrededor de su verga, sintiendo cada centímetro de su miembro resbalar hacia afuera.
Ximena: (Con un jadeo entrecortado) ...