Convirtiéndome en una mujer trans y puta - Relatos Eróticos

Convirtiéndome en una mujer trans y puta

Como recordaran, en mi anterior relato les comenté la aventura que viví la primera vez que me cogieron. Aquí daré seguimiento narrando los hechos que sucedieron después y que dieron como resultado que me hubiera enamorado de mi novio y con motivo de ello hubiera transformado mi cuerpo en el de una mujer, con grandes deseos de vestir mostrando mis piernas y mis pechos así como exaltando mis nalgas y, que me hubiera enculado de otro hombre (Jorge) despertando en mi la necesidad de ser poseída como hembra frecuentemente.

          Después que se fue mi novio y me quede sola en el cuarto del hotel, recordaba y recreaba las caricias, los besos y la forma tan viril en que me había cogido, así como en lo mucho que me había gustado ser tomada como hembra por mi macho. También me miraba en el espejo y me gustaba tener un aspecto muy femenino y los chupetones y las marcas de las mordidas que se notaban en mi cuerpo, el cual estaba muy adolorado, incluyendo mi colita. También desde que se fue mi hombre solo pensaba en volver a estar con él y añoraba que me volviera a hacer suya.

          Así transcurrieron los días y, el viernes siguiente, fui al lugar donde nos habíamos quedado de ver, me atendió nuevamente Roshelle, quien después de que le dije como me quería vestida Carlos, me dio un atuendo y una vez que estuve vestida pasé con ella para que me maquillara, y al estarme maquillando se puso a platicar conmigo diciéndome entre otras cosas que conocía a mi novio y me dijo ...

... algunos de sus gustos y me recomendó que aprendiera a conocerlo y añadió “te quiere coger aquí para que sepan que eres suya, es como tu código de barras de su propiedad. Y mira, tienes muy bonitas piernas, de hecho a él le gusta que las chicas las enseñen todas. Y si estás decidida a  hacer vida de mujer, si gustas te puedo recomendar con el médico que nos atiende, para que te feminice, te cobraría barato por estar con nosotras, además te daría facilidades de pago, piénsalo, si te decides él llegará en un rato, viene todos los viernes”. 

          Espere un ratito en el antro, estaba sentada, tenía puesto un vestido muy corto de likra en color rojo, que apenas me cubría las nalgas, tacones altos, medias negras transparentes con rayita atrás y el resto del atuendo. Cuando llegó Carlos de inmediato fui a abrazarlo y besarlo, caricias que me correspondió, mientras me agarró las nalgas y luego me llevo a una mesa, sentándome en sus piernas mientras yo lo abrazaba y lo besaba y me dijo “estas muy buena, vamos al cuartito amor ya te quiero coger” y fuimos al cuartito obscuro, estaba una cama desocupada y allí me besó los labios mientras me acariciaba las nalgas por debajo del vestido subiéndomelo hasta la cintura, y me ponía saliva en mi ano, me subió a la cama poniéndome boca abajo, me quito la tanga y puso su verga dentro de mi y empezó a empujar una y otra y otra vez, mientras yo no pude contener el silencio y empecé a gemir y gritar fuerte porque su verga estaba demasiado grande, ...